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“El ser humano es creado por amor…” El ser creado no es su creador. El ser humano no es Dios. Desde el origen hasta el final, el amor es nuestra realidad. Todo amor es inicio, precisa de respuesta y es creación. Responder y ponerse en camino para llegar a ser lo que somos: “imagen y semejanza de Dios”.
Hambre y sed, necesidad… en esta ocasión llamamos la atención a la necesidad de atención. La falta de atención, la indiferencia, el aislamiento, el rechazo, pueden ser (son) razones, causas de la falta de sentido, la falta de ilusión, la falta de motivación que nos ponga en movimiento, para ser protagonistas de nuestra vida, para saber acompañar y sabernos acompañados, caminar con los demás para ser, crear y… trascender.
Como en el número anterior, partimos de una realidad de la que somos testigos, presente en nuestro mundo, forma parte, por tanto, de nuestra vida y es la razón del hambre y la sed pues la insatisfacción, el dolor, la amargura, el vacío y el sufrimiento, dominan nuestra existencia. Hambre y sed de solidaridad, de armonía, de unidad, de convivencia, reconocimiento, colaboración.
En este nuevo año que hemos comenzado el título de cada uno de los número de la revista comenzará así: “Hambre y sed de …” Tenemos hambre y sed de aplacar las necesidades que se hacen más patentes y urgentes por su ausencia. Terminamos y comenzamos un año con la ausencia de PAZ, esta ausencia nos hace conscientes de su necesidad. Hambre y sed, necesidad, urgencia, no estamos para destruirnos… ¿Es que la paz hoy no tiene lugar en el que vivir?
Un pie hacia delante, pero no es suficiente, hay que levantar el pie que quedó atrás y ponerlo delante. Para avanzar hay que moverse, dejar atrás. Decir adiós, es hacer posible un hola. Por otra parte, la permanencia no es tanto, quedarse quieto, inmóvil, es desear conocerla, saber lo que encierra, y acompañados de esa sabiduría avanzar, ir hacía delante.