Amor: pasar a manos de otro

 Fr. Manuel Santos Sánchez O.P.

 

Sabemos que lo primero y principal, la meta y el fin de todo seguidor de Cristo es el amor. Algo que nosotros queremos conseguir con todos los elementos que constituyen nuestra vida dominicana, también, por tanto, con la vida fraterna comunitaria.

“Cazadora no sabía qué era el amor, qué eran sus noches en vela, sus ardores ni sus quejas. No sabía qué era descubrir que tu vida pasaba a estar en otras manos, unas manos que a partir de ese instante se encargarían de modelarla y de determinar su forma… Cazadora estaba rendida a sus pies. Cazadora no sabía que las mujeres suelen comportarse como si su vida no estuviera en ellas mismas sino en aquellos que deciden amar. Que la mujer que ama muere para sí, y si no es amada, es decir, si no vive en el ser amado, muere dos veces” (15).

He aquí una certera descripción del amor. Para nosotros los cristianos nos es muy fácil experimentar que el amor cristiano es caer en manos de Jesucristo y de los hermanos… Esa unión amorosa que los religiosos queremos vivir en comunidad.
 


15. G. MARTÍN GARZO, o.c. 164, 166.