Víctima de envidias de sus enemigos, perseguido y acusado injustamente, fray Bartolomé Carranza, Arzobispo de Toledo, es una de las grandes figuras dominicanas del siglo XVI. Presentamos una pasaje de su Breve Declaración del Ave María.
“La otra forma de orar, usada y aprobada por la Iglesia, es el Ave María. Esta decimos que ordenó la Iglesia, porque a las palabras con que el Ángel y Santa Isabel saludaron a Nuestra Señora, añadió otras con que les dio forma de oración; pero se puede decir con verdad lo que dice San Bernardo, que fue compuesta en el cielo por el Espíritu Santo, y vino de allá ordenada casi toda ella. Esta forma de hablar con Nuestra Señora le es a ella muy grata y le place mucho, porque la representamos aquel soberano misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y la renovamos aquel inmenso gozo que tuvo cuando fue saludada del ángel San Gabriel y de Santa Isabel, cuando por obra del Espíritu Santo concibió al Redentor del mundo, porque diciendo nosotros el Avemaría, hacemos lo que ellos hicieron y la refrescamos la memoria de tan soberano beneficio. Así mismo place mucho a todos los cortesanos del cielo oír esta salutación del ángel y renovar la memoria del beneficio de la Encarnación del Señor; porque por este medio han venido ellos a los lugares que allá tienen.
En la otras formas de orar hablamos con Dios; en ésta hablamos con la Virgen María, porque después de Dios, entre las criaturas, ángeles y hombres, ella es la primera y más principal en todo: en santidad y dignidad, por ser Madre del Hijo de Dios y tener la gracia del Espíritu Santo con más cumplimiento que otra criatura alguna, y la gloria en el cielo a la medida de tan alta dignidad. Y por esto, Ella es nuestra principal Abogada sobre todos los Ángeles y Santos.”