En la edición de las "Divinas Instituciones de Taulero", traducidas por el Lic. D. Francisco de Cubillas, Madrid 1669, señala éste como Juan Taulero mezcla entre sus obras "algunas de excelentes y Santos Varones de su tiempo, declarando a cada uno por dueño de lo que le prestaba". Presentamos ahora un pasaje de la segunda Institución del Maestro Eckard, de las dos incluidas en el citado libro, sobre la conformación con la Voluntad de Dios.
"Dios es un bien sobresencial; que en cada una de las criaturas está más interior, y presente, que ellas a sí mismas; y ninguna contra su voluntad, ni un momento puede subsistir: por lo cual es de gran lástima, la de aquellos, que siempre resisten a la Divina Voluntad; y que siempre quisieran, si les fuera posible, hacer la suya propia. Éstos tienen una paz como la de los que están en el infierno. Al espíritu desnudo, Dios, y la paz siempre corresponden presencialmente en lo adverso y prospero. Siendo verdaderamente cierto, que asiste presente aquel, que hace o permite y es todas las cosas. ¿Quién, pues, podrá hacer que el dolor, la molestia o la aflicción que acomete sea grave para aquel que en ellas mira a Dios, halla a Dios, goza de la voluntad de Dios e ignora la propia suya? Los tales son aquí, y en el otro siglo tienen el Reino de los Cielos y reciben de Dios mucha secreta consolación.
Finalmente cualquier cosa que les venga, o no les venga; cualquiera que Dios en las criaturas hace, o deja de hacer; todo para ellos se convierte en bien; por lo cual, la gloria, la alabanza, la honra, la virtud, sea al Sumo y Altísimo Dios por los infinitos siglos de los siglos. Amén, Amén, Amén"