Son los Opúsculos Teológicos de Santo Tomás auténticas guías para meditación. Ofrecemos ahora su reflexión sobre Cristo modelo para que sigamos sus huellas.
“Cristo eligió padres pobres, pero perfectos en la virtud; llevó una vida pobre, para que nadie se gloriase solamente en la nobleza del linaje o de las riquezas de la familia; vivió privado de dignidades para apartar el hombre de un apetito desordenado de honores; soportó trabajos, hambre, sed y sufrimientos corporales, de forma que los hombres no se retrajeran del bien de la virtud, por dedicarse a los placeres y delicias a causa de la dureza de esta vida. Soportó, finalmente, la muerte para que nadie abandonara la verdad por miedo a la muerte; eligió la forma de muerte más reprobable, la muerte de la cruz, para que nadie temiera, como digan de vituperio, la muerte por la verdad. Fue, por tanto, conveniente que el Hijo de Dios hecho hombre sufriera la muerte, para que así su ejemplo animara a los hombres a la virtud. Para que se realice lo que dice Pedro: "Padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas". Este modo de actuar era necesario para la salvación del hombre a fin que los hombres aprendieran a no confiar soberbiamente en sí mismos, sino en Dios.”