Día quinto

Comienza tu oración con la postura y el modo que más bien te haga. Puedes recitar alguna oración breve: "Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus hijos", u otra que te haga bien. Es bueno intentar que todo tu ser esté en la presencia de Dios.

 

Tema: discernir - escoger

Las decisiones son las que van haciendo a la persona: definen su camino, integran su vida: Estudio, trabajo, lectura, ideas que van aflorando, gustos, momentos de ocio. Todo ello son fruto de decisiones.

Hacemos nuestra vida a los pasos que vamos dando cada día. Y lo hacemos al escoger, al rechazar, al equivocarnos, al tomar decisiones.

Escoger es definirse, y en definitiva vivir. Aquí cabe preguntarme si las decisiones que tomo son mías, son imitación o son impuestas. Lo que cuenta es el acto humano: la libre elección. Cómo creyente es bueno si mi elección concuerda con la voluntad de Dios. ¿Me interrogo sobre la voluntad de Dios en el camino de mi vida?

Nunca soy más yo que cuando me detengo y miro al horizonte para reflexionar sobre las elecciones, las elecciones que voy haciendo en mi vida. ¿En qué me he equivocado? ¿Qué es lo que produce más fruto? . Saber en cada momento LO QUE QUIERO y ¡¡hacerlo!!

Para el hombre-mujer religioso/a, creyente la decisión correcta es la búsqueda de la voluntad de Dios: mi papel en el plan de Dios.

  1. Saber lo que quiero es saber lo que Dios quiere.
  2. No es sólo pura introspección? Se trata de encontrarme cuando encuentro a Dios.
  3. Jesús resumió su vida: "Yo hago siempre lo que a El le gusta (al Padre)".
  4. Para HACER lo que a El le gusta, tengo que SABER lo que desea, cual es su voluntad?: hay una voluntad general: los mandamientos; escuchar a los profetas, a la Iglesia. Pero todo ello tengo que traducirlo a la vida diaria: a mi vida diaria. Luego quedan mil decisiones pequeñas o grandes de cada día y tengo que estar eligiendo, escogiendo, tomando decisiones. Y aquí es donde esta la clave: hacer lo que debo de hacer
  5. Debo de mirar al futuro para hacer el presente. El fin dirige la acción; marca las pautas de mi vida: se dónde voy, sé lo que quiero. Saben que hay personas que acuden a la magia, a los astros (los gitanos leen la palma de la mano). Echar a suerte (Los discípulos lo hicieron para elegir a Matías), (en alguna cultura, para elegir esposo). Todavía se acude a adivinos. Los profetas veían el futuro: decían al pueblo lo que leían que hacer. Cuando no hay profetas el pueblo anda desorientado.
  6. La plegaria presente en los Salmos es: "Señor, muéstrame tus caminos". Para un pueblo que camina en el desierto es esencial saber el buen camino, el camino correcto. Estar atento al viento. AL ESPÍRITU. Para el alma que camina por el desierto de la vida es fundamental conocer el camino: para mi, para el mundo; en lo pequeño y en lo grande: a corto, a medio y a largo plazo.
  7. Es una tarea importante: Conocerte a Ti es conocer Tu voluntad. El pueblo de Israel en el desierto PERDIÓ LA PISTA, buscó dioses.... Dioses que podamos ver, tocar, sentir: imágenes que nos guíen: el "becerro de oro".
  8. Y esto se repite a través de toda la historia de la humanidad; y en mi historia personal. Me las arreglo mientras puedo, cuando viene la emergencia entonces acudo a Dios. Pero debía ser al revés, y así debemos construir nuestra vida en cristiano: Lo Io, desde el principio, Dios: Dios presidiendo mis decisiones. Para encontrar a Dios tengo que vivir con Dios.
  9. Que importante, que agudo el DISCERNIMIENTO. Ese "hágase tu voluntad", discernido, aceptado libremente. El "hágase" es el resumen de la gloria de Dios; resumen del orden que debe haber en el mundo. Hágase es el fin (la finalidad) de mi vida; de la vida del universo. En la práctica esto puedo traducirlo en esa idea y petición: "Quiero hacer Tu voluntad". Para eso debo Io conocerla: buscar para saber, y SABER para ACTUAR en las pequeñas decisiones diarias, en el tiempo oportuno
Conclusión: "Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca". Eso que llamamos corazonadas. Podíamos poner mil ejemplos. Corazonadas, pero con sentido común, porque también la inteligencia cuenta. Pero no olvides: corazonadas: "Aquella madre que la primera vez que vio a la nuera: "no me gusta". Y no lo dijo a nadie, a nadie. Pero se acordó de aquello que había sentido: "corazonada" la Ia  vez, cuando aquella mujer abandonó a su hijo marchándose con otro.