Al empezar
- Ponerse en Presencia de Dios: está aquí. me ama, me mira
- Un Padrenuestro, despacio
- En silencio: adorar
- Humildad, sentirse dependientes de Dios. Necesitados de todo
- Nos acercamos al trono de la misericordia
- Dar gracias: Por la vida que tengo. Por el día de hoy…
- Pedirle perdón.
- Pedir la gracia de vivir este día de Ejercicios Personalizados.
Día 1: Descubrir a Dios en todo lo que me rodea
Descubrir a Dios en todo lo que me rodea. Fijarme en las cosas pequeñas.
Pedirle a Dios que me ayude a liberarme de todo lo desordenado que hay en mi.
¿Temo a Dios? Mi vida, ¿se ha desarrollado más en el temor que en amor?
¿Pienso que Dios está siempre espiándome?
¿Cómo es mi Dios?
Piensa
Escucha
Ora: Habla con Dios
Luego escribe un poco contestando a estas preguntas.
Lee despacio a Isaías 43, 1-7. Haz silencio. Vuelve a orar.
Escribe cómo te encuentras. Da gracias y reza despacio:
“Alma de Cristo, santifícame”
“Señor. Ayúdame a comprender los verdaderos objetivos de tu vida.
Desde el primer momento siempre viviste fiel a unos ideales claros y precisos:
Predicar el Reino de Dios
Consolar a los que sufren
Conceder el perdón a los pecadores
Evangelizar a los pobres”
¿Cuáles son mis ideales?
Al terminar
- Adoras en silencio. El tiempo que creas necesario.
- Puedes repetir la palabra o idea que más te haya llamado la atención.
- Das las gracias por el rato que has pasado en su presencia.
- Rezas despacio un Avemaría a Nuestra Señora.