Al empezar
- Ponerse en Presencia de Dios: está aquí. me ama, me mira
- Un Padrenuestro, despacio
- En silencio: adorar
- Humildad, sentirse dependientes de Dios. Necesitados de todo
- Nos acercamos al trono de la misericordia
- Dar gracias: Por la vida que tengo. Por el día de hoy…
- Pedirle perdón.
- Pedir la gracia de vivir este día de Ejercicios Personalizados.
Día 9: ¿Cuáles son mis miedos?
¿Cuáles son mis miedos?
Escribe sobre ello.
Dios ama este mundo con sus estructuras de pecado y corrupción social.
Dios desea que vivamos aquí y ahora su proyecto.
No nos ha abandonado, a pesar de las injusticias, a pesar de la pobreza del mundo, de la violencia, de los asesinatos.
Dios quiere llevar adelante su plan de salvación:
¿necesito algo de salvación en mi?
¿deseo la salvación?
¿me tengo que liberar de algo?
¿creo que todo esto puede dar sentido a mi vida?
Lee despacio: Mateo 11,28-30.
Intenta hacer algo de oración
Luego escribe lo que creas conveniente.
“Señor, ayúdame a comprender la importancia de la oración.
Concédeme “eso” que hace de la oración una necesidad ineludible;
Que nunca me engañe sacrificando la oración a la actividad de cada día.
Un rato de oración, un rato contigo, Señor, puede ser más valioso, incluso humanamente, que largas horas de estudio o actividad.
Señor, que mi oración sea siempre humilde y sencilla.
Al terminar
- Adoras en silencio. El tiempo que creas necesario.
- Puedes repetir la palabra o idea que más te haya llamado la atención.
- Das las gracias por el rato que has pasado en su presencia.
- Rezas despacio un Avemaría a Nuestra Señora.