Al empezar
- Ponerse en Presencia de Dios: está aquí. me ama, me mira
- Un Padrenuestro, despacio
- En silencio: adorar
- Humildad, sentirse dependientes de Dios. Necesitados de todo
- Nos acercamos al trono de la misericordia
- Dar gracias: Por la vida que tengo. Por el día de hoy…
- Pedirle perdón.
- Pedir la gracia de vivir este día de Ejercicios Personalizados.
Día 10: Tener libertad interior y exterior
Fin para el que soy creado.
El hombre, la mujer son creados, somos creados para hacer reverencia y servir a Dios.
Y mediante esto salvar nuestra alma.
Todo lo demás, todas las cosas creadas, deben ayudar a conseguir esta finalidad: Dios.
Debemos usar las cosas “en tanto en cuanto” nos ayuden a conseguir este fin.
Para ello debo tener libertad interior y exterior:
Libertad interior: no ser esclavo del pecado, del mal, de los vicios.
Libertad exterior. No ser esclavo de nadie, ni de persona, ni de grupo, etc.
Esto significa que debo tomar opciones.
“¿Qué le aprovecha al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?”
Medita, reflexiona en cada una de estas ideas.
Lee Filipenses 1,9-11.
¿Cómo se realiza esto en mi?
Dedica un rato a orar
Luego escribe lo que estas sintiendo
“Señor, ayúdame a escuchar tu voz: ¿qué le aprovecha al hombre ganarlo todo, tenerlo todo, si pierde su alma?
Ayúdame a contemplar tus manos (miro mis manos)
Manos que acarician el rostro de la Virgen en Belén, Nazaret
que trabajan en Nazaret.
Manos que bendicen a los niños,
que se juntan en oración.
Manos clavadas en al cruz
que curan a los enfermos.
Manos que distribuyen el pan y los peces a las multitudes.”
Al terminar
- Adoras en silencio. El tiempo que creas necesario.
- Puedes repetir la palabra o idea que más te haya llamado la atención.
- Das las gracias por el rato que has pasado en su presencia.
- Rezas despacio un Avemaría a Nuestra Señora.