Gustad y ved que bueno es el Señor
Reflexión bíblica de fray José Fernández Moratiel, fundador de la Escuela del Silencio
Estas palabras son el alma de este salmo; nos incita, nos sugiere buscar el silencio. No nos dice gustad este proyecto, gustad este objeto... No, solo “Gustad y ved”.
El paladar se extraña cuando se aliñan demasiado los alimentos, cuando se condimentan en exceso. Eso hace que se deterioren los sabores originales de las cosas.
Hemos oído aquella expresión: “tomar el pan a palo seco”. Gustar el silencio, es gustar a Dios a palo seco, “Gustad y ved...”
No disimuléis, no ocultéis el sabor de lo divino.
El silencio es una degustación de lo divino, de su paz, de su gozo, de su plenitud. Sencillamente gustad y ved... No hay que adobar lo divino, no hay que condimentarlo. Dejadlo con su sabor de origen: “Gustad.”
Fray José Fernández Moratiel