El Rosario es una oración que dirigimos junto a María para alabar y dar gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo. Pero para que dicha oración surja espontánea y alegremente de nuestro corazón es necesario sentirnos verdaderamente salvados por Jesús. La auténtica alabanza y el sincero agradecimiento nacen de un corazón que busca ser humilde y puro como el de María.
“Porque sin la contemplación de los misterios, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica repetición de fórmulas” (Pablo VI).
“El Rosario, a partir de la experiencia de María, es una oración marcadamente contemplativa. Sin esta dimensión, se desnaturalizaría” (Juan Pablo II).
Existen muchas posibilidades para rezar el Rosario desde perspectivas muy distintas. En esta página ofrecemos un sencillo ejemplo para los diferentes Misterios. Se incluyen unos versículos bíblicos para cada misterio y una breve meditación del Papa Juan XXIII.
Para ayudarte a orar el Rosario, ofrecemos los siguientes materiales: