Sucedió casi al tiempo de su fundación. Se refiere a la victoria que los cruzados, capitaneados por Simón de Monfort, obtuvieron contra los albigenses cuando éstos sitiaron la plaza fuerte de Muret con 40.000 infantes y 3.000 caballeros. Durante el combate, Santo Domingo de Guzmán, con los obispos, sacerdotes y muchos fieles, convencidos de que la victoria había de ser un bien para la fe católica, dejando aparte toda mira política, rezan el rosario implorando el triunfo de los que defendían la causa de la fe. Lograda la victoria, se atribuyó el éxito de la misma a las plegarias hechas por iniciativa de Santo Domingo. En acción de gracias se fundó, en la parroquia de Muret, la primera cofradía del rosario.