Danos, María,
participación en la alegría y gozo de tu maternidad, pues eres Madre.
Danos, María,
comunicación íntima con Jesús, pues eres Maestra y Discípula fiel.
Danos, María,
fortaleza para compartir contigo el camino, pues juntos andaremos mejor.
Danos, María,
oídos atentos para saber escuchar el mensaje de la Verdad, de la Fe, del Amor de tu Hijo.
Danos, María,
un trocito del madero de la Cruz, y quédate con nosotros para llevarlo, pues nos asusta el sufrir.
Danos, María,
alguna de tus lágrimas en el Calvario, y muchas sonrisas de tu Pascua de Resurrección.
Danos, María,
la mano que nos lleve a alcanzar la plenitud del Espíritu que invadió tu Corazón de madre y redimida.
Danos, María,
lo que tu quieras, que será lo mejor, y recréanos a tu imagen.
AMÉN.