Del orador sagrado al comunicador religioso
Conferencia para la Asamblea de Predicación de 2006 sobre la necesidad de una profesionalización en la comunicación y predicación: hablar en público no debe estar en manos de aficionados. Fr. José Luis Gago de Val O.P.
“El rey de una isla del Pacífico Sur daba un banquete en honor de un distinguido huésped occidental. Cuando llegó el momento de pronunciar los elogios del huésped, el rey siguió sentado mientras un orador profesional, especialmente designado al efecto, se excedía en elogios al ilustre visitante. Tras el elocuente panegírico, el huésped se levantópara corresponder con unas palabras de agradecimiento al rey. Pero éste lo retuvo amablemente: “No se levante, por favor”, le dijo; “ya he encargado a otro orador que hable por usted. En nuestra isla, pensamos que hablar en público no debe estar en manos de aficionados.”