El reto de la evangelización hoy
Carta del Maestro de la Orden sobre la Evangelización. Santa Sabina, septiembre 1988
Querido hermanos: Como algunas de nuestras Congregaciones y Provincias están decreciendo en número, existe el peligro de que nos concentremos en nuestros propios problemas y de que el impulso de la evangelización se debilite en nosotros. Si esto sucede, es importante presentar ante nosotros mismos –y quienes están en período de formación- el reto de la evangelización.
Hablando de los primeros dominicos, Honorio III dijo: “Los miembros de esta Orden están totalmente consagrados a la evangelización”. Afirmación sorprendente. Pero no lo es menos la de Pablo VI en 1970 cuando nos recordaba: “La Orden dominicana se traicionaría a sí misma si se apartara de este deber misionero”, o la afirmación de Fr. Vicaire de que la Orden fue “el primer Instituto realmente misionero en la historia de la Iglesia”.
Actualmente, nuestro sentido de la evangelización ha sido transformado por las intuiciones del Vaticano II, de la Evangelii Nuntiandi y de la reflexión intensa de estos últimos años.
Antes del Vaticano II, el esfuerzo evangelizador se centraba en llevar el Evangelio a los no cristianos, un movimiento desde el centro hacia la periferia. Hoy este movimiento se ha enriquecido con otro movimiento: de la periferia hacia el centro, en que las “nuevas iglesias” dan su proprio testimonio y ayudan a su vez a la evangelización de las “viejas” iglesias”. Europa está aprendiendo ahora de Latinoamérica, África y de las iglesias de Asia. Hemos entrado en una período de mutua escucha y de corresponsabilidad.
Conscientes de este movimiento y del desafío que nos presenta, sentimos de nuevo la riqueza de la visión original de Domingo y su entusiasmo por la evangelización.