Esclavitudes del siglo XXI: la trata de personas
Carta del Promotor Provincial de Justicia, Paz y Cuidado de la Creación de la Prov. de Hispania
Esclavitudes del siglo XXI: la trata de personas
Hoy, en el tiempo en el que estamos celebrando la Pascua de la Resurrección, no podemos dejar de estar atentos a la realidad de nuestro mundo porque la fe en la resurrección es también una llamada y una invitación a poner vida allí donde hay muerte, a llevar la esperanza donde anida la desesperanza, a transmitir la alegría donde abunda la tristeza o la desesperación.
Por este motivo, al comenzar este tiempo queremos invitaros a reflexionar sobre una realidad que muchas vecesno vemos pero que está muy presente entre nosotros y es una de las esclavitudes de nuestra época, una realidad en la que las personas, en su mayoría mujeres, son vistas y tratadas como mercancía, compradas y vendidas por personas que solo miran enriquecerse abusando de ellas y explotándolas. Nos referimos a la trata de personas.
Y es que la esclavitud o el infierno para estas personas empieza ya en sus propios países donde son captadas porunas redes de trata que se aprovechan de una vulnerabilidad que puede venir de la propia pobreza, de la violencia de la guerra, etc.; continúa en los viajes a los países donde van a ser prostituidas, obligadas a casarse, explotadas laboralmente, dedicadas a la delincuencia… Los fines de la trata no son siempre los mismos pero los métodos para alcanzarlos sí: deudas que siempre aumentan y que nunca se terminan de pagar, amenazas, palizas, asesinatos…
Muchas veces, ante estas realidades, nos quedamos callados y ni siquiera nos preguntamos por ellas. Sin embargo, la Doctrina Social de la Iglesia sí que habla y nos invita a tenerlas presentes y a tomárnoslas en serio. El papa Francisco, en la encíclica Fratelli Tutti, en el número 23, nos señala esta realidad:
“…todavía hay millones de personas –niños, hombres y mujeres de todas las edades- privadas de su libertad y obligadas a vivir en condiciones similares a la esclavitud. […] Hoy como ayer, en la raíz de la esclavitud se encuentra una concepción de la persona humana que admite que pueda ser tratada como un objeto. […] La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, queda privada de la libertad, mercantilizada, reducida a ser objeto propiedad de otro, con la fuerza, el engaño o la constricción física o psicológica; es tratada como un medio y no como un fin. Las redes criminales utilizan hábilmente lasmodernas tecnologías informáticas para embaucar a jóvenes y niños en todas las partes del mundo. Laaberración no tiene límites cuando se somete a las mujeres, luego forzadas a abortar. Un acto abominable que llega incluso al secuestro con el fin de vender sus órganos. Esto convierte a la trata de personas y a otras formas actuales de esclavitud en un problema mundial que necesita ser tomado en serio por la humanidad en su conjunto”.
Ante esta realidad nos hemos de preguntar personal y comunitariamente qué podemos hacer, porque si algo nos dice la resurrección del Señor es que hemos de ser instrumentos de vida en medio de nuestro mundo. ¿Nodeberían estas realidades estar también presentes en nuestras predicaciones? ¿No hemos de hablar del valor de la persona? ¿No hemos de concienciar y sensibilizar sobre el respeto a los derechos humanos y sobre la dignidad de toda mujer y de todo hombre? ¿No estamos llamados a denunciar el descarte que hacemos de tantos seres humanos?
No podemos ni debemos cerrar los ojos porque el afán de posesión del otro convirtiéndolo en un objeto, o la contribución a la trata a través de la búsqueda del sexo acudiendo a la prostitución (y pongo el acento en los“clientes”) o a la pornografía es algo muy presente en nuestra realidad y en nuestro mundo.
Así que la pregunta sería qué podemos hacer. Para poder conocer más de lo que estamos hablando y poder contestarnos a esta pregunta queremos ofreceros una serie de materiales:
- Lo primero que os presentamos es una entrevista a una hermana oblata que nos ayuda a reflexionar sobre la realidad de la trata y a profundizar en nuestro modo de situarnos frente a ella.
- Lo segundo que os ofrecemos son una serie de libros y de películas que nos pueden ayudar a conocer mejor esta realidad y a formarnos.
- Lo tercero es proponeros como instrumento para la formación permanente la encíclica del Papa Francisco Fratelli Tutti, en la cual se propone el ejercicio de una fraternidad abierta a todas las personas que permita construir un mundo nuevo, como se nos dice en la propia encíclica.
- Por último, os queremos dejar también una oración para que la realicéis en las comunidades o con lagente con las que estáis en las parroquias, colegios, grupos,
Esperamos que esta Pascua nos llene de la luz y la vida del Resucitado para que seamos alegría y esperanza para los demás.
Fray Javier Aguilera, O.P.
Promotor de Justicia y Paz
Dominicos - Provincia de Hispania