La Orden de Predicadores en la Iglesia para un rejuvenecimiento
Una reflexión sobre el carisma de los predicadores, cómo aprender a vivir "el conflicto en la serenidad", cómo y de qué pueden ser testigos los predicadores. Fr. Michel Van Aerde O.P.
Hace algunos días, el papa Benedicto XVI ‘copió’ de mi tema… pero, tal vez, su catequesis del miércoles, dirigida a la Iglesia, en la que hablaba sobre las órdenes mendicantes, puede servirme de introducción o de apoyo. No soy yo, ni tampoco ustedes, quien presenta a los mendicantes como un modelo. Es el papa y ¡nos conviene estar de acuerdo con él! El papa reconoce que los mendicantes tienen algo que decirle a la Iglesia y que pueden hacerlo con autoridad porque, en el pasado, vivieron y actuaron de una manera significativa introduciendo algo nuevo que permanece esencial.
“Maestros a través de su palabra y testigos a través de su ejemplo, ellos saben promover un renuevo eclesial estable y profundo, porque han sido ellos mismos profundamente renovados” (B. XVI)
Plan:
Como introducción les propongo estudiar el contexto en el cual estamos viviendo y luego, con el papa Benedicto XVI, preguntarnos qué rejuvenecimiento la Orden puede llevar a la Iglesia hoy y cómo, después de ocho siglos, la Orden puede renovarse a sí misma.
- ¿Cuál es el carisma de los predicadores?
- No sería una “utopía de la fraternidad”. ¿Cómo aprender a vivir “el conflicto en la serenidad”?
- Cómo y de qué pueden ser testigos los predicadores. ¿Exemplo et verbo?