Sobre la formación
Carta a los frailes sobre la formación institucional. Santa Sabina, diciembre 1992
La formación en todas sus etapas tiene una importancia vital para el bien de la Orden y de sus religiosos. Pero precisamente porque es tan importante — y tan compleja — hay sobre ella tantas opiniones, cuantos dominicos hay en el mundo.
A pesar de todo, es necesario establecer algunas verdades acerca de la formación y reflexionar sobre ellas:
1 La formación es un proceso que dura toda la vida. Para algunos, la formación era algo que terminaba con la profesión solemne o con la ordenación, víctimas de una cierta tendencia a identificarla con los estudios institucionales y no con una forma de vida.
2. Por lo tanto, es necesario dar importnacia a todas las etapas del proceso de la formación. La formación inicial es sólo una parte del mismo, aunque hay que reconocerle una función única y crucial.
3. Para hacer realidad la formación en cada una de sus etapas, se necesitan estructuras adecuadas que capaciten a los religiosos a vivir la vida religiosa en las circunstancias actuales. Esto exige claridad sobre las diferentes etapas de la formación y una preocupación: “…determinar, a tenor de las necesidades regionales y de las fuerzas de que disponga, los objetivos principales del ministerio de los frailes” (LCO 106, III)...