Comprometerse es implicarse, formar parte, pertenecer, tomar partido. Es significarse, no tanto de cara a los demás, sino de cara a uno mismo… Necesitamos comprometernos. Es una necesidad y una capacidad más que nos constituye y nos define como humanos. Saberse perteneciente a un mundo, en un contexto, en una realidad. Espacios donde descubrimos cuales son nuestras necesidades y nuestras posibilidades. Y todo está en nuestras manos, depende de cada uno y, entre otras variables imprescindibles, de cómo nos relacionamos.
En una relación comprometida, no conforma ni conforta el sobrevivir, el exigir, el esperar, sino dar respuesta, “hacer”, desde las posibilidades que se poseen y se descubren en las relaciones. Éstas también nos descubren quiénes somos…