Preparando la nueva Provincia desde Caleruega
Del 26 al 30 de agosto, 65 frailes tuvieron un convivencia fraterna en Caleruega con el objetivo de conocerse mejor y prepara la nueva Provincia. El encuentro tuvo una participación similar al habido en Torrent el pasado mes de abril y el grado de satisfacción también ha sido muy alto.
Los días del 26 al 30 de agosto se ha celebrado en Caleruega el segundo de los encuentros organizados para preparar la provincia Hispaniae, que surgirá a partir de las actuales provincias de España, Aragón y Bética. La intención de los encuentros es que los hermanos, en este caso los más de setenta que se dieron cita, puedan convivir y conocerse durante unos días, que puedan orar, reflexionar y preparar juntos el surgimiento de la nueva Provincia. Hispaniae no es solamente el nombre de una nueva y reforzada institución, sino que es además la designación para un proceso espiritual de conversión, una renovación de vida y misión, un replanteamiento de la presencia de los frailes dominicos que conformarán la nueva entidad.
El día 26 comenzaron a llegar a Caleruega los hermanos de las diferentes comunidades. Tras los saludos y las conversaciones improvisadas en los pasillos hemos disfrutado de una de las típicas cenas caleroganas. El día siguiente, miércoles 27, como cada día, hemos comenzado la jornada con la celebración de la Misa y el rezo de Laudes, presidida por fr. Vicente Niño Orti. Tras el desayuno fr. Gerardo Sánchez Mielgo ha hablado de una “Lectura espiritual del nacimiento de la nueva provincia”. Sus reflexiones han sido un resumen de lo que se puede encontrar en su libro La vida consagrada a la luz del Kerigma (Edibesa). Como en el libro, en su intervención no nos ofreció solamente una charla erudita sobre el fundamento evangélico de la vida religiosa, de nuestra vida dominicana, sino además un itinerario espiritual de renovación. La Palabra de Dios es eternamente joven, y de esa juventud debe beber, como de su fuente, la vida religiosa. La fuente de esa juventud es al mismo tiempo la fuente de la esperanza invencible y la autenticidad que deben caracterizar a la provincia renovada. El equilibrio entre la audacia y la creatividad por un lado y la fidelidad por otro, ambas con su raíz en el Espíritu, serán claves para el nacimiento de la nueva provincia. Tras un descanso el resto de la mañana estuvo dedicado a la reflexión y la oración personales. Antes de la comida, como cada día, hubo una oración, en este caso en torno al pozo que indica el lugar del nacimiento de santo Domingo y dirigida por fr. Ángel L. Fariña y fr. Moisés Pérez. Allí recordamos, agradecimos a Dios e intentamos responder de nuevo al don recibido en nuestro bautismo y al don recibido de nuestra vocación dominicana. Tras la comida y un breve descanso se reanudó el trabajo con la exposición que fr. Vicente Botella ha hecho del Prólogo de las Actas del Capítulo General de Trogir. Tras la exposición hemos reflexionado y hablado en grupos sobre el contenido del Prólogo, y una vez reunidos nuevamente, los portavoces de cada grupo han resumido las aportaciones más significativas, que han dado lugar a un debate posterior. Tras el diálogo fraterno se rezaron las Vísperas, presididas por fr. Bernardo Fueyo. Tras la cena hubo una visita al Torreón de los Guzmanes, donde los frailes pudieron disfrutar de su restauración y ver la proyección sobre la vida de santo Domingo que allí se exhibe para los visitantes.
El jueves 28, como cotidianamente, se comenzó el día con la Misa y las Laudes, esta vez presididas por fr. Pascual Notari. Tras el desayuno se procedió a la exposición del proyecto de Pastoral Juvenil y Vocacional, a cargo de dos de sus responsables (fr. Javier Garzón y fr. Féliz Hernández). Fr. Luis Carlos Bernal habló de la presencia de los dominicos en la ciudad de Barcelona, señalando las posibilidades, retos y peligros que según él podían encontrarse en dicha ciudad. Fr. Javier Garzón habló también de la presencia en Candelaria (Tenerife), explicando cuál era la labor actual y la situación de los dominicos en la basílica tinerfeña. Tras cada una de las exposiciones hubo ocasión para preguntas y diálogo, de manera que salieron a relucir inquietudes, dudas, esperanzas e incluso propuestas. Antes de la comida fr. Julián de Cos dirigió una oración mariana que dio ocasión a poner en manos de la Virgen María algunas de las cosas pensadas y compartidas durante la mañana. La tarde, con un carácter más lúdico, fue dedicada a la visita de las Edades del Hombre en Aranda de Duero y del Monasterio Benedictino de santo Domingo de Silos. Fue una buena ocasión para seguir conviviendo con los hermanos, esta vez compartiendo una actividad cultural. Al caer la tarde rezamos las Vísperas con los monjes de Silos, donde el alma del dominico ve satisfecha lo que en ella hay de herencia monástica.
El día viernes 29, tras la Misa y Laudes presidida por fr. Ismael González, se volvieron a reunir los grupos de reflexión, esta vez para compartir acontecimientos o experiencias constitutivas de la propia historia vocacional. Para oír a los hermanos hablar de su vida y vocación hay que descalzarse, siendo conscientes de que pisamos terreno sagrado. Se consiguió crear un ambiente íntimo, respetuoso y acogedor que permitió que los hermanos contasen experiencias que en su vida habían sido determinantes. Se consiguió lo que se pretendía: que los frailes se conociesen mejor y que se subrayasen aquéllas experiencias que diesen pistas para saber mejor dónde poner los énfasis de cara al futuro. La investigación y la enseñanza de la teología ha sido siempre una de las ocupaciones principales de la Orden. Por eso, la tarde del viernes fue dedicada a exponer tres de los proyectos más importantes desde el punto de vista de la actividad teológica. La Facultad de Teología de San Vicente Ferrer (Valencia), cuya actividad fue presentada por fr. Vicente Botella, quien informó del reciente proceso de fusión de las dos secciones (Diócesis y Dominicos) y habló de algunos retos de cara al futuro; la Facultad de Teología de San Esteban (Salamanca), más todas sus extensiones, que fue presentada por fr. Manuel Ángel Martínez, quien habló también de algunos de los retos que se plantean a la facultad de cara al futuro; y la universidad dominicana en internet DOMUNI, de la que habló su director, fr. Jesús Díaz Sariego, que es la institución académica de creación más reciente por parte de los dominicos españoles, y que abre la posibilidad de trabajar en el mundo de la enseñanza en un ámbito creciente como es el de internet. Más que un mero instrumento internet es un modo de vida: no solamente hay que utilizarlo entonces como herramienta, sino que abre la posibilidad de un nuevo tipo de presencia virtual en el que la enseñanza y la predicación se hacen posibles y necesarias de un modo nuevo.
Tras un descanso se habló de dos proyectos que representan nuevas formas de predicación: el proyecto Dominicos IN-EX, que como explicó uno de sus responsables, fr. Manuel Santos, en sus diferentes encuentros y actividades, trata de ofrecer una plataforma desde la que trabajar juntos, frailes y laicos, especialmente en el ámbito de la reflexión, la formación y la predicación el proyecto Huellas, presentado por su responsable, fr. Juan A. Tudela, es la adaptación valenciana de Atrio de los Gentiles, y pretende ser un lugar de encuentro para todas aquellas personas que de un modo u otro se preguntan por el sentido: teatro, poesía, filosofía, cine y cualesquiera otras actividades o situaciones humanas donde las personas se hacen preguntas o tienen que lidiar con la irrenunciable cuestión del sentido. Tras la exposición hubo un animado debate sobre las claves para las nuevas formas de predicación que exige la sociedad española del siglo XXI y que necesariamente la nueva provincia tendrá que asumir de una u otra manera.
El sábado 30 los frailes asistieron a la Misa y las Laudes con las monjas dominicas, en una celebración presidida por el obispo dimisionario de Puerto Maldonado (Perú) monseñor fr. Juan José Larrañeta. Tras el desayuno los hermanos se despidieron y partieron a cada una de sus comunidades. El encuentro fue un éxito, a juzgar por el resultado: se consiguió lo que se pretendía, que era convivir fraternalmente para conocerse, reflexionare y orar juntos preparando el surgimiento de la nueva provincia Hispaniae. El ambiente fue distendido y amigable, y los asistentes dieron gracias en numerosas ocasiones por la oportunidad de haberse podido encontrar con los hermanos.