“Caminos para la iniciación cristiana”
Tercera conferencia impartida por Tomás Durán Sánchez, Vicario de Pastoral de la diócesis de Salamanca en las Conversaciones de San Esteban (Salamanca)
En su intervención comenzó diciendo: “Me siento abrumado, pero también me siento muy querido y acogido… Lo que voy a decir es fruto de mi trabajo como párroco en el mundo rural y los años que llevo como Vicario de Pastoral de la diócesis”.
Comenzó señalando los documentos en que se apoya la Asamblea Diocesana de Salamanca: además de recoger los sucesivos Planes Pastorales, Exhortaciones y Cartas Pastorales toma el punto de arranque y el hilo conductor del importante documento de la Conferencia Episcopal Española de 1998, que lleva por título precisamente “La iniciación cristiana”.
El desarrollo de la conferencia explicitó las tres partes que articulan la iniciación cristiana: La iniciativa de Dios; la mediación de la Iglesia, iniciación en la iglesia o las manos que ayudan a acoger; la respuesta del hombre, las manos que se abren para acoger.
En la iniciativa de Dios, señala la gracia de Dios, no nuestros méritos, que parte del don de la fe que recorre todo un camino de liberación. El punto de partida de ese recorrido es la experiencia del amor que Dios nos tiene, de sentirnos amados y su centro es la gratuidad de Jesús como don en la experiencia pascual. Las implicaciones de esta iniciativa de Dios la experiencia viva de ser llamados todos a la santidad o a la plena realización y la precedencia de la gracia sobre cuya acogida nos ilumina el relato pascual de Emaús.
En la mediación de la Iglesia, las manos que acompañan, como indica el Directorio de Astorga para los catecúmenos: los acoge como madre y acompaña con la pedagogía de la Historia de la salvación e incorpora a la comunidad cristiana. En este ámbito la función de la catequesis ya no es exclusivamente un aprendizaje doctrinal sino una escuela de fe. Señala a continuación tres implicaciones en este ámbito de la mediación eclesial: el discernimiento para la admisión y celebración de los sacramentos; la universalidad y plenitud; y finalmente el recorrido indicado por la Gaudium et Spes: el primer anuncio, la iniciación mistagógica, el camino de la belleza y la propuesta moral junto con el acompañamiento personal y la acogida orante de la palabra e Dios.
Finalmente, sobre la respuesta del hombre señaló la articulación entre la iniciativa de Dios y la libertad humana, las dificultades de esta hora y las dimensiones que integran la Iniciación cristiana: teológica, eclesiológica, personal, sacramental, histórica. Como implicaciones importantes de este ámbito señaló específicamente dos: las dimensiones de la gratuidad y la libertad y el momento particular de la catequesis que ha de moverse en un nuevo paradigma.
Concluyó la charla un diálogo centrado en las nuevas condiciones de la iniciación y la catequesis.