Canonización del P. Francisco Coll y Guitart, OP
“Un fuego produce otro fuego, una luz produce otra luz”
Os ofrecemos las crónicas de todas las celebraciones que tuvieron lugar en Roma el pasado fin de semana con motivo de la Canonización de fray Francisco Coll y Guitart O.P.
Sábado, 10 de octubre
A las 17.30 nos reunimos el grupo de peregrinos venidos para la canonización del P. Coll. El lugar para la acogida fue el Aula Magna “Juan Pablo II” de la Universidad Santo Tomás de Aquino, “Angelicum” que está regentada por los PP. Dominicos. Allí nos dimos citas más de 1000 personas.
A nuestra llegada al aula, fuimos gratamente sorprendidos el verla totalmente llena, en su mayoría jóvenes. También hubo un grupo de asistentes que te tuvo que quedar fuera por no haber espacio.
La vigilia de oración, fue un homenaje al P. Francisco Coll y Guitart, su vida y su misión. Comenzamos con la invocación del Espíritu Santo, cantando el “Veni Creator Spiritus.” Durante el mismo hubo varias intervenciones. El P. Postulador de la Causa de Canonización, fray Vito T. Gómez, OP, resaltó lo que significa la canonización del P. Coll. Desde este momento de su canonización ya no pertenece a la Orden de Predicadores o a la familia anuncianista sino que se convierte en patrimonio de la Iglesia, pues se nos presenta como modelo de vida cristiana para todos.
La Hna Mª Natividad Martínez de Castro, Priora general de la Congregación de las Dominicas de la Anunciata agradeció la presencia de todos los llegados de 4 continentes, donde las hermanas Dominicas de la Anunciata trabajan. En su mensaje hizo una mención muy especial a todas aquellas hermanas ausentes, que por enfermedad, cuidados de otras hermanas o aquellas que se quedaron atendiendo la misión, y que en este día tan especial no han podido venir a Roma. Lo cual hizo que por parte de los presentes, espontáneamente se diera un muy sentido aplauso, solidarizándose con todas aquellas hermanas que celebran también la alegría de la canonización, desde sus lugares respectivos.
También el Sr. obispo de Vic, Mons. Romà Casanova i Casanova y el Sr. Cardenal de Barcelona, Mons. Lluís Martínez Sistach, resaltaron la vida P. Coll, y su obra que se entrecruzó con la del otro santo catalán, San Antonio María Claret.
Después se proyectó un vídeo, presentando la infancia, vocación y apostolado del P. Francisco Coll, así como la obra, que la Congregación de la Anunciata sigue realizado en los países donde se encuentran presentes. Antes de finalizar la vigilia 7 hermanas portando unas ramas de palma, nos recordaba el número de hermanas martirizadas durante la persecución religiosa en el siglo XX en España y beatificadas en octubre de 2007.
Se concluyó el acto con el canto del Himno al P. Coll, a la vez que los participantes portaban unas linternas encendidas ya que “una pequeña luz enciende otra luz,” máxima de San Francisco Coll y Guitart.
Domingo, 11 de Octubre
Al levantarnos miramos al cielo para ver si la lluvia sería un obstáculo para la celebración de la canonización en la Plaza de San Pedro, pues había estado lloviendo durante toda la noche. Esto hizo que en hora temprana los responsables cambiaran los planes y movieran la celebración dentro de la Basílica, lo que conllevó que una gran parte de los peregrinos tuvieran que seguir la ceremonia a través de las pantallas gigantes instaladas en la plaza. A pesar de la lluvia de la noche, todo el día, desde la mañana, fue soleado.
A las 10 de mañana comenzó la ceremonia de canonización donde fueron declarados 5 nuevos santos: Los españoles P. Francisco Coll y Guitart, OP y Hno Rafael Arnáiz Barón (trapense), el belga P. Jozef Daamian de Veuster, el obispo polaco Zygmunt Szsczesny Felinski, y la religiosa francesa Marie de la Croix (Jeanne) Jugan.
Durante la homilía el Papa, en línea con el evangelio proclamado, resaltó cómo los nuevos santos, lo había dejado todo para seguir a Cristo. Resaltó del P. Francisco Coll, su dedicación a la pasión de su vida, predicar la Palabra de Dios, de manera especial en el modo de las misiones populares, pues él quería que toda la gente se pudiera encontrar con Dios. Él transmitía lo que llevaba en su corazón. Esta fuerza también le vino de su entrega a la celebración de la Eucaristía, la confesión y la oración. Fundó las Dominicas de la Anunciata para la educación de los niños y de los jóvenes, y así éstos pudieran encontrar en Cristo, al Amigo que no se cansa y está continuamente animando nuestra vida. También en la homilía animaba a los jóvenes a ver en el Hno Rafael Arnáiz un modelo de vocación cristiana, quien a pesar de ser de familia acomodada, supo dejar todo para vivir entregado totalmente a Cristo en la vida de oración en el monasterio. Y el Papa Benedicto XVI expresó el deseo que todos los monasterios sigan siendo ese faro que nos ayuda a encontrar a Dios.
Al finalizar la ceremonia salió de la Basílica para rezar el Ángelus y así poder encontrarse con todos aquellos que pudieron entrar en la misma.
Palabras del Papa en la homilía:
San Pablo nos recuerda en la segunda lectura que «la Palabra de Dios es viva y eficaz» (Hb 4,12). En ella, el Padre, que está en el cielo, conversa amorosamente con sus hijos de todos los tiempos (cf. Dei Verbum, 21), dándoles a conocer su infinito amor y, de este modo, alentarlos, consolarlos y ofrecerles su designio de salvación para la humanidad y para cada persona. Consciente de ello, San Francisco Coll se dedicó con ahínco a propagarla, cumpliendo así fielmente su vocación en la Orden de Predicadores, en la que profesó. Su pasión fue predicar, en gran parte de manera itinerante y siguiendo la forma de «misiones populares», con el fin de anunciar y reavivar por pueblos y ciudades de Cataluña la Palabra de Dios, ayudando así a las gentes al encuentro profundo con Él. Un encuentro que lleva a la conversión del corazón, a recibir con gozo la gracia divina y a mantener un diálogo constante con Nuestro Señor mediante la oración. Por eso, su actividad evangelizadora incluía una gran entrega al sacramento de la Reconciliación, un énfasis destacado en la Eucaristía y una insistencia constante en la oración. Francisco Coll llegaba al corazón de los demás porque trasmitía lo que él mismo vivía con pasión en su inte rior, lo que ardía en su corazón: el amor de Cristo, su entrega a Él. Para que la semilla de la Palabra de Dios encontrara buena tierra, Francisco fundó la congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata, con el fin de dar una educación integral a niños y jóvenes, de modo que pudieran ir descubriendo la riqueza insondable que es Cristo, ese amigo fiel que nunca nos abandona ni se cansa de estar a nuestro lado, animando nuestra esperanza con su Palabra de vida.
Lunes, 12 de Octubre
A las 9.30 de la mañana fue la misa de Acción de gracias por la canonización del P. Francisco Coll. La misa se celebró en la Iglesia de los dominicos de Santa María sopra Minerva, junto a la tumba de Santa Catalina de Siena y del Bto. Angélico. Fue presidida por el Cardenal de Barcelona, Mons. Lluís Martínez Sistach, acompañado por Mons. Ricardo Blázquez, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, así como varios obispos más de Cataluña, el Maestro de la Orden de Predicadores Carlos Azpíroz y unos 40 sacerdotes, dominicos y diocesanos.
El Maestro de la Orden fue quien predicó durante la celebración, entre otras cosas resaltó como el P. Coll había sido un santo de su tiempo y que a pesar de las dificultades de vivir exclaustrado, se mantuvo fiel a su vocación de predicador, siendo el catequista del pueblo. Hizo también mencionó de que en este año sacerdotal, San Francisco Coll, es un modelo de sacerdote que ofreció lo Sagrado al pueblo y ofreció a Dios el sacrificio del pueblo.
Al final de la celebración la Priora General Hna Mª Natividad Martínez, agradeció a Dios el regalo de la canonización del P. Coll. Hizo un reconocimiento muy especial para el P. Vito T. Gómez, postulador de la causa durante estos últimos años. También se agradecieron los esfuerzos de tantas hermanas y acompañantes venidos para la canonización desde países de América, Asia, África y Europa.
Terminó la celebración con el Himno al P. Coll. Al finalizar se desató la lluvia, que parecía se había contenido durante los días pasados para no “aguar” la canonización.
Ver álbum de FOTOS
Crónicas: Fr. Jesús María Hernández, O.P. (Prov. del Rosario).
Fotografías: Fr. Manuel E. Solórzano, O.P. (Prov. del Rosario).