Celebración en Córdoba de los 800 años de la Orden de Predicadores
La Familia Dominicana se reunió en el Convento de Santa María de Gracia de las MM. Dominicas para celebrar "en familia" el Jubileo
Con el fin de celebrar los 800 años de la confirmación de la Orden, en la tarde del pasado 22 de Diciembre, se desarrolló en el Convento de Santa María de Gracia de las MM. Dominicas, un encuentro “en familia”, al que asistieron miembros de las distintas ramas de la Familia Dominicana de Córdoba.
Dicha celebración comenzó con el visionado de un cortometraje sobre la vida de santo Domingo, continuándose con una breve exposición por parte de Fr. José Antonio Segovia, superior del Convento de Santo Domingo de ScalaCoeli, sobre la significación de la efemérides que se celebraba, dando igualmente lectura a los puntos más importantes de las bulas de 22 de diciembre de 1216 y 21 de enero de 1217, del Papa Honorio III, de confirmación de la Orden.
Finalizó Fr. José Antonio con una cuestión dirigida a los asistentes, en el sentido de qué les había aportado la Orden a lo largo de su vida. A modo de testimonios, y en representación de cada una de las ramas, se produjeron diversas intervenciones, de las que destacamos las siguientes:
- Sor Anuncia, del Convento de Santa María de Gracia, de 91 años, nos dió una lección de alegría y optimismo por pertenecer a la Orden, manifestándonos que, después de trascurridos 70 años como dominica, seguía “con la misma ilusión que cuando entré”.
- Sor Amor, novicia del Convento de las Dominicas de Jaén, como portavoz de las novicias que actualmente se encuentran en formación, manifestó que “la Orden nos ha abierto el camino del Señor”, habiendo contemplado la “salvación de los hombres a través de nuestra vocación”.
- Paqui López, laica perteneciente a la Fraternidad de Santo Domingo de ScalaCoeli y P. Posadas, manifestó que en su historia vital de amor y gracia, ésta última se la dio la Orden, siendo los frailes los mediadores; refiriendo, en relación a los demás miembros de la Fraternidad que “sin mis hermanos no soy dominica”.
- Por su parte, Rosario, hermana dominica de la Anunciata, manifestó que ella siempre había tenido vocación de ser dominica de vida activa, “pero sin saber nada de los dominicos”, “conocí a santo Domingo en el noviciado”. Su apostolado, junto a sus hermanas anunciatas se dirige a visitar y escuchar a los necesitados, y comentar con ellos el Evangelio.
- A continuación, Fray Jesús Duque, también del Convento de Santo Domingo de ScalaCoeli, manifestó que sus años como fraile dominico tienen la característica de ser “luminosos y agradecidos”, “la Orden me ha inundado de misericordia”, y dirigiéndose a los más jóvenes les dijo que “lo que prediquemos sea lo último que hemos vivido”.
- Finalizó el turno de testimonios Fray Mariano del Prado, también del convento de ScalaCoeli, quien manifestó que “aprendí con los dominicos a rezar, meditar, estudiar, darme a los demás; lo que soy se lo debo a la Orden, me ha hecho lo que soy”, finalizando con palabras de ánimo y un deseo: que seamos de la rama que seamos, siempre “prediquemos con nuestros hechos, que seamos testimonio de vida para los demás”.
Finalizó este entrañable acto, ya en la Iglesia del Convento, con la Oración “en familia” de las Vísperas, especialmente preparadas para este día por el Secretariado de la Familia Dominicana.