Comienza en Sevilla el Congreso del Rosario organizado por la Orden de Predicadores

Monseñor Juan José Asenjo: “El rosario no es una devoción secundaria, sino principal, que se sitúa en el corazón del misterio cristiano”

  Ayer, viernes 27 de octubre, comenzó el Congreso del Rosario en Sevilla, al que asisten más de un centenar de participantes. El evento, que está organizado por los dominicos, se celebra en conmemoración del I Centenario de las apariciones de Fátima.

  Con la presencia del arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, comenzó ayer por la tarde, en el Convento de Santo Tomás, un congreso que se acerca al rosario desde las perspectivas histórica, artística, teológica, espiritual y devocional. En la mesa presidencial se encontraban también fray Louis-Marie Ariño- Mariño, promotor general del Rosario, fray Luis García Palacios, promotor del Rosario de la Provincia de Hispania; fray Emilio García, prior del convento de Santo Tomás de Sevilla; D. Carlos López Bravo, secretario del Consejo Local de Cofradías y Hermandades de Sevilla, y fray José Barrado y D. Carlos J. Romero Mensaque, organizadores del congreso.

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  El señor arzobispo agradeció a los dominicos la organización del Congreso e hizo un repaso a elogios que los últimos Papas han realizado al rosario, reconociendo que es la oración vital para todos ellos. D. Juan José Asenjo destacó la importancia del rosario como un modo sencillo de aproximarse a las fuentes de nuestra fe: “El rosario no es una devoción secundaria, sino principal, que se sitúa en el corazón del misterio cristiano”.

El rosario es una oración políticamente incorrecta porque nos dice que la vida es más fuerte que la muerte

  El promotor del rosario de la Orden de Predicadores, Louis-Marie Ariño- Mariño, abrió el Congreso con una ponencia titulada: El Rosario, una devoción eminentemente dominicana. Durante su intervención explicó por qué el rosario es una característica propia de la Orden. Además, advirtió que esta oración permite un anuncio del Evangelio ad intra y ad extra y supone una verdadera conversión tanto para el que predica como el que le está escuchando. Una predicación que debe ser valiente, siendo testigos luminosos incluso en situaciones difíciles, sin miedo a ser criticados o mal vistos: “El rosario es una oración políticamente incorrecta porque nos dice que la vida es más fuerte que la muerte” y por eso no por todos es aceptado ni comprendido.

  En la segunda parte de la tarde los ponentes se acercaron al rosario desde el punto de vista histórico. El primero en intervenir fue fray José Barrado Barquilla, del Instituto Histórico Provincial de los dominicos, presentando el estado de la cuestión sobre la historiografía del rosario en España. A continuación, Dña. Concepción Rodríguez Parada, del Departamento de Biblioteconomía de la Universidad de Barcelona, hizo un acercamiento a los orígenes de la Cofradía del Rosario del Monasterio de Santa María de Montesión de Barcelona, a partir de un volumen del Llibre de Confraria del Roser escrito en 1489. Fr. Vito Gómez presentó la gran obra de difusión del rosario realizada por San Luis Bertrán en su labor como misionero en América. Y por último, D. Etelvino González, del Institut de Recerca de Cultures Medievals presentó la figura de Norberto, profesor de Filosofía y de Teología en Manila y Friburgo, para quien el rosario estaba íntimamente ligado también a la cuestión social.

  El Congreso continuará durante todo el fin de semana con la intervención de once ponentes que profundizarán en el rosario desde distintos ámbitos: arte e iconografía; teología; oración; espiritualidad, y por último, la religiosidad popular y las Cofradías. También habrá momentos celebrativos, en especial el sábado a las siete y media de la tarde, cuando tendrá lugar un rosario meditado, con acompañamiento de los Misterios Gloriosos a cargo del Coro de Campallineros de la Aurora de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario (Humeros), y a continuación una solemne eucaristía con las hermandades y cofradías del Rosario en la iglesia de Santa María Magdalena de Sevilla.