La Familia Dominicana participa en el I Congreso de Vida Consagrada y Pastoral Vocacional

“Venid y Veréis. Horizonte y Esperanza” ha tenido lugar del 1 al 3 de diciembre en Roma

  Venid y Veréis. Horizonte y Esperanza ha sido el nombre con el que los días 1, 2 y 3 de diciembre se ha celebrado en Roma, el primer Congreso sobre Pastoral Vocacional y Vida Consagrada, organizado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y presidido por su Prefecto, el Cardenal Joao Braz de Aviz, en el contexto de la preparación del Sínodo de los Obispos del año 2018, dedicado a los Jóvenes y la Fe.

Responsabiliza y exige el compromiso de todos

  Reflexiones en torno a la comprensión de la vocación como una llamada a todo creyente, con distintas formas y estados de vida en la que eso se plasma; en torno a la Cultura Vocacional como algo que implica, responsabiliza y exige el compromiso de todos; en torno a la coherencia de vida y radicalidad evangélica como el primer testimonio vocacional que los consagrados han de dar: o en torno a las necesarias transformaciones en el lenguaje, la comunicación y la propia vida de los religiosos para llegar a los jóvenes de hoy en el contexto cultural actual, han centrado los temas de diálogo y profundización de estos días.

  Más de 800 consagrados de los cinco continentes, de los cuales en torno a los 200 provenían de las distintas congregaciones, institutos y nuevas formas de vida consagrada de España, se han dado cita en estos días, para abordar desde la experiencia de la Vida Religiosa la pastoral vocacional, la realidad de los jóvenes, sus relaciones con la Iglesia y la fe, y para plantear iniciativas, temas de trabajo, preocupaciones y desafíos sobre este tema a los padres sinodales en su futura reflexión.

  Una primera jornada de reflexión iluminada por tres ponencias -una bíblica sobre el seguimiento de Cristo impartida por el Secretario de dicha Congregación Vaticana, Mons. José R. Carballo, O.F.M.; una en clave sociológica, impartida por Pascual Chávez, SDB, anterior general de los salesianos; y una de profundización teológica, dictada por el dominico y anterior Maestro de la Orden, Fr. Thimoty Radcliffe, O.P., de gran éxito y calado en los asistentes por su creatividad narrativa-, dio paso a una segunda jornada centrada en distintas experiencias de vida religiosa y vocaciones desde las realidades de los distintos continentes; y a una jornada final centrada en torno al Sínodo. En cada una de las jornadas, hubo un espacio de trabajo por grupos idiomáticos y geográficos, de reflexión y puesta en común, orientadas a preparar las iniciativas que se presentarán al Sínodo de los Obispos del 2018, que han salido de este congreso.

  La Familia Dominicana ha estado presente con una delegación de unas diez personas, religiosas de las Dominicas de la Anunciata, de las Dominicas de la Enseñanza, de las Dominicas Misioneras de Santo Domingo, de la Congregación de santo Domingo, y los promotores Provinciales de Pastoral Juvenil y Vocacional de la Provincia Hispania de los frailes dominicos: Fr. Vicente Niño y Fr. Félix Hernández.

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN EL CONGRESO INTERNACIONAL:
«PASTORAL VOCACIONAL Y VIDA CONSAGRADA. HORIZONTES Y ESPERANZAS»

[Roma, Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, 1-3 de diciembre de 2017] 

Queridos hermanos y hermanas:

Saludo a los participantes en este Congreso Internacional promovido por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica sobre «Pastoral Vocacional y la Vida Consagrada. Horizontes y esperanzas». Agradezco a dicha Congregación la iniciativa de este evento que quiere ser la aportación de dicho Dicasterio al próximo Sínodo de los Obispos que se ocupará del tema: «Los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional». Y mientras, a través de este vídeo-mensaje, saludo a todos los que habéis llegado a Roma para participar en este encuentro, os aseguro también mi oración al Dueño de la mies para que este Congreso ayude a todos los consagrados a dar una respuesta generosa a su propia vocación y, al mismo tiempo, ayude a todos ellos a intensificar la pastoral vocacional entre las familias y jóvenes para que, quienes son llamados al seguimiento de Cristo en la vida consagrada o en otras vocaciones dentro del Pueblo de Dios, puedan encontrar lo cauces adecuados para acoger esa llamada y responder con generosidad a ella.

Ante todo quiero manifestaros algunas convicciones sobre la pastoral vocacional. Y la primera es ésta: Hablar de pastoral vocacional es afirmar que toda acción pastoral de la Iglesia está orientada, por su propia naturaleza, al discernimiento vocacional, en cuanto su objetivo último es ayudar al creyente a descubrir el camino concreto para realizar el proyecto de vida al que Dios lo llama.

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