Conversaciones de San Esteban: "Dignidad del hombre en el Islam"
"Categoría antropológica. Dignidad del hombre en el Islam" fue el título de la ponencia pronunciada por José Antonio Mateos en la Facultad de Teología San Esteban
El martes 22 de enero, una semana después de lo que el programa impreso y divulgado señalaba, por haber accedido a los ruegos de un cambio, habla José Antonio Mateos, en un Aula Magna llena de público, de la “CATEGORÍA ANTROPOLÓGICA. DIGNIDAD DEL HOMBRE” EN EL ISLAM. En la presentación se vuelve a señalar el cambio y se le agradece su disponibilidad.
Licenciado en Filología románica y en Filosofía, preparando un doctorado relacionado con la Filosofía de la Religión; docente de Historia de las religiones en diversos centros, expone aspectos de la concepción antropológica del Islam y recalca que su actitud y óptica es la de un cristiano. Sus palabras se acompañan de proyecciones. Con un texto llamativo y fuerte capta la atención de todos y tras él hace su exposición muy ordenada, siguiendo unos rasgos de la estructura antropológica del ser humano, pendiente de las Suras del Corán y mostrando contrastes vivos con la concepción cristiana.
Habla del ser humano creado por Dios, creado de barro y espíritu (suras 23 y 32), en acto “continuo” de creación, y declarando la igualdad de todos los seres humanos. La dignidad y categoría de cada hombre justifica la sentencia tradicional ya conocida de que “Quien mata a un ser humano es como si mata a todos”. En esta creación no se puede hablar de "semejanza" con Dios, en nombre de la absoluta trascendencia de Alá. El Corán afirma que el hombre recibe un “reflejo” de su espíritu.
Algunas diferencias que señala son: el hombre tiene que buscar la voluntad de Dios pero no el amor y la comunión, cosa que osará hacer la rama mística del Islam; se echa en falta en el Islam el debate sobre la salvación por la fe o/y por las obras, a propósito del valor y grado de la libertad. Finalmente destacaríamos, dentro de los puntos atractivos de la antropología expuesta, la alusión explícita a cuestiones de la mujer, algo esperado por el público y que fue escuchado con satisfacción y acompañado de un murmullo. Toda afirmación de importancia la leía en el texto del Corán o en la tradición autorizada de la Sunna. Y si en la exposición de su tema se muestra preparado y competente, al final, en las respuestas del coloquio, vuelve a demostrar amplitud de información y conocimiento de textos y un buen juego de reflejos para organizarlos.
También en este cuadro de José Antonio Mateos se perciben curiosas convergencias con los desarrollos de los otros ponentes al trazar las líneas de fuerza que configuran el Islam. Más que al razonamiento y a la fuerza argumentativa de un particular, esta convergencia se muestra con peso y fuerza convincente al afirmar valores y al deshacer malentendidos que tenemos los cristianos derivados del desconocimiento, desconfianza e ignorancia. Sin acabar el ciclo ya se percibe una especie de iniciación gratificante.