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El sueño de un capítulo: ser como los ángeles que, desde la tierra llevan a las personas a Dios

8 de julio de 2019

Crónica no oficial del 8 de julio del Capítulo de Vietnam

  El lunes por la mañana el Capítulo dio sus primeros pasos. Una delegación de las autoridades del Estado encargadas de los asuntos religiosos, vinieron a visitarnos. Fray Bruno Cadoré, junto con el Provincial de Vietnam y algún fraile de la Curia les atendieron. Hubo agradecimientos mutuos, por parte de la Orden de poder celebrar su primer Capítulo General en un país no cristiano; y por parte de las autoridades, por haber escogido Vietnam para este evento. Para darse cuenta de la trascendencia de esta visita, basta recordar que la primera vez que el maestro fray Timothy Radcliffe visitó la Provincia de Vietnam no se le permitió visitar ni entrar en ninguno de los conventos, y el Provincial tuvo que ir al hotel donde se hospedaba el turista fray Timothy. Las cosas han cambiado para bien, señaló el Provincial de Vietnam.

misa apertura capitulo vietnam

  El primer paso del Capítulo, como no podía ser de otra manera, fue la liturgia de laudes y la celebración de la eucaristía. Lo hemos hecho en una de las capillas del seminario, las más grande, que tiene 120 bancos distribuidos en cuatro filas, en los que cómodamente pueden sentarse seis personas. A las siete se rezaron los laudes en las tres lenguas oficiales (inglés, francés y español). Y a las siete y media hubo misa en francés, presidida por el maestro de estudiantes de la Provincia que nos acoge, fray Joseph Cao Luât. Tomando pie de la primera lectura, que narra el sueño de Jacob sobre una escalinata apoyada en la tierra con la cima tocando el cielo, el predicador dijo que estas imágenes podían recordarnos el trabajo que nos espera en este Capítulo General.

  Al discutir sobre la situación actual y el porvenir de la Orden deberíamos tener un sueño y ser como los ángeles que, desde la tierra llevan a las personas a Dios. Jacob se apoyó en una piedra durante su sueño. Esta piedra, para nosotros, es Jesucristo. Finalmente, el hermano vietnamita nos hizo notar que también el nombre de la ciudad que nos acoge puede ser significativo para nosotros: Bien, en vietnamita, significa las fronteras de la tierra; Hoa significa la paz y la armonía. En las fronteras hay conflictos y hay, sobre todo, gente que busca paz. Un buen predicador es el que sabe llevar paz donde hay conflictos.

capitulo general vietnam 8 julioPresentaciones en el Capítulo General

  Son siete las comisiones del Capítulo, que deben elaborar los documentos que aprobará el pleno, para orientar la vida de la Orden en los próximos años. La número uno, que trabajará en inglés, tratará de los desafíos y renovación de la vida fraterna. La número dos, trabajará en español y francés, sobre los desafíos y renovación de la predicación. La tres, trabajará en inglés sobre vocaciones, hermanos cooperadores y formación. La cuatro, en español y francés, sobre solidaridad, colaboración y economía. La cinco, en inglés y francés, sobre gobierno de la Orden y promoción de la familia dominicana. La sexta comisión, en inglés y francés, sobre estudios, centros de estudios e instituciones bajo el gobierno directo del Maestro de la Orden. Finalmente, la séptima, en inglés y francés, lleva como título: “Unidos en la diversidad: Constituciones y Ordenaciones”.

  En la primera asamblea plenaria, que tuvo lugar en la tarde del lunes, el Maestro presentó a sus invitados, representantes de todas las ramas de la Familia Dominicana: monjas, hermanas, laicos, movimiento juvenil. Los invitados tienen voz, pero no voto, y participan en los trabajos de las comisiones. Por cierto, Vietnam es la provincia con más laicos dominicos, cien mil. La tarde estuvo dedicada a cuestiones de procedimiento. Al final, el maestro, fray Bruno, tomó la palabra para dar gracias. Gracias a Dios, gracias por el año jubilar dominicano, gracias a los hermanos y hermanas por la acogida dispensada. Y también para reconocer que ha tenido fallos, errores, negligencias. Sobre todo, ha pedido perdón y misericordia si ha hecho sufrir a algún hermano o hermana. Sus últimas palabras han sido de gratitud a Domingo, en él ha descubierto un modelo de cómo servir a la Iglesia, “no con las armas de Goliat, sino siendo un sencillo pastor”. Un largo aplauso ha rubricado estas palabras.

Fr. Martín Gelabert O.P.

Fr. Bruno Cadoré en una imagen de archivo