Noticia

Culto y fe en Jesucristo en las comunidades primitivas

5 de diciembre de 2012

El pasado martes 4 de diciembre tuvo lugar la cuarta sesión de las “Conversaciones de San Esteban", a cargo de fr. Rafael González Blanco.

Culto y fe en Jesucristo en las comunidades primit

La conferencia del Prof. Rafael González sobre Culto y fe en Jesucristo en las comunidades primitivas cerró el ciclo prenavideño de las Conversaciones de San Esteban. En este Año de la Fe no podía faltar el tema de cómo la vivieron Jesús y los primeros cristianos en sus creencias, costumbres, prácticas religiosas, etc.

El mundo religioso del judaísmo en tiempos de Jesús era muy plural. Conocedor de la diversidad de sensibilidades y prácticas religiosas de su pueblo, Jesús se identificó sobre todo con la espiritualidad de los movimientos proféticos y de la religiosidad popular. Su experiencia familiar y sinagogal fueron los dos ejes que vehicularon desde niño su formación monoteísta, para abrazar más tarde la estela de Juan el Bautista. Reconocido por su peculiar vinculación y familiaridad con Dios, gozó entre los suyos de una fuerte personalidad carismática, pero nunca le dieron culto en vida ni le confesaron como hijo de Dios. De hecho, hasta sus más fieles seguidores le abandonaron en el desenlace final.

El movimiento cristiano surgido en torno a Jesús a raíz de las apariciones pascuales muestra igualmente en los textos del NT rostros plurales y diversificados. El arcoiris de apreciaciones y tendencias en torno a su persona cuajó en corrientes diferenciadas con visiones y creencias distintas: para unos no era más que un hombre cualquiera, divinizado después de su muerte; para otros había entrado en la esfera de lo divino como hijo predilecto de Dios a raíz de su bautismo; mientras que los relatos de la infancia lo presentan como un ser divino desde su concepción, Pablo y Jn confesarán su divinidad preexistente antes de la creación del mundo.

¿Dieron culto los primeros cristianos a Jesús? No se puede dar una respuesta uniforme, si bien todos vieron en las palabras y comportamiento de su persona un icono o ventana de Dios. Siendo monoteístas, no les resultaba fácil interpretar las relaciones entre Jesús y Dios. Fue así como nació el concepto de mediador, aplicado de una manera especial a Jesús. Se daba culto a Dios por medio de Jesucristo el Señor.