Despedida a las monjas dominicas de Mayorga: Un adiós a 630 años de historia
El pueblo despide con tristeza y gratitud a las monjas dominicas que parten hacia Toro
El pasado 14 de septiembre, en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, Mayorga despidió con profunda emoción a las monjas dominicas del Monasterio de San Pedro Mártir. La eucaristía, presidida por el arzobispo de Valladolid, don Luis Argüello, marcó el fin de una presencia de casi 630 años en este pueblo vallisoletano. La falta de vocaciones ha llevado al cierre del monasterio, quedando solo cuatro monjas en la comunidad. Estas hermanas se trasladarán al Monasterio de Toro, donde las acogerán las religiosas de esa comunidad, quienes estuvieron presentes en este emotivo adiós.
La ceremonia, que contó con la presencia del Alcalde y de un numeroso público, estuvo llena de momentos conmovedores, reflejando la tristeza de la comunidad por la partida de las monjas. Una pequeña placa conmemorativa, colocada junto a la puerta principal de la iglesia, servirá como testimonio de la larga y rica historia del monasterio en la vida de Mayorga. El acto culminó con la intervención de diversas personas, dejando constancia del cariño y el pesar por esta despedida. Al concluir, todos los asistentes compartieron un vino español en el interior del monasterio, despidiendo así a las hermanas que se trasladarán al Monasterio del Espíritu Santo en Toro.
A continuación, les ofrecemos el escrito de Fr. Salus Mateos sobre este emotivo momento:
EL ADIÓS AL MONASTERIO DOMINICANO DE SAN PEDRO MÁRTIR, DE MAYORGA DE CAMPOS
El día 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, asistíamos a una ceremonia de despedida, una más, de un monasterio dominicano. Presidía la eucaristía D. Luis Argüello. Tras 600 años de presencia en este pueblo vallisoletano, la escasez de vocaciones obliga a dejar este monasterio. Las cuatro monjas que quedaban en ese convento se vieron acompañadas, en esta ocasión, por las monjas de Toro, monasterio al que se incorporarán en breve. Un numeroso público, presidido por el alcalde, quisieron hacerse presente, manifestando así la tristeza que esta clausura monacal provoca en quienes han contado con estas hermanas dominicas durante tantos años. Una pequeña placa, en uno de los laterales de la puerta principal de la iglesia, recuerda la existencia de este monasterio. Diversas personas intervinieron a lo largo de la celebración para dejar constancia del cariño y la tristeza con que la gente lamenta esta pérdida. El Sr. Arzobispo, fue insertando en su homilía la presencia del mundo monacal a lo largo de la historia, centrándose, finalmente, en el carisma dominicano que estas monjas han plasmado, en este pueblo de la tierra de campos, durante siglos.
El Alcalde del pueblo puso punto final, expresando con dolor la pérdida que para el pueblo supone el cierre de este monasterio. Al concluir la ceremonia religiosa, tras la inauguración de la placa conmemorativa, todos los asistentes compartieron un vino español en el interior del monasterio, poniendo un triste tono familiar a la marcha de estas hermanas al pueblo zamorano de Toro, al Monasterio del Espíritu Santo.
Fr. Salus Mateos, O.P.