Posicionamiento sobre migraciones ante las elecciones españolas (CONFER Migraciones)
Con la participación del Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine
Comunicado del Consejo Asesor de CONFER (Conferencia Española de Religiosos) Migraciones
La migración es un fenómeno complejo de nuestra época. Por una parte, nos invita a tomar conciencia de sus causas: la injusticia, la violencia y la explotación económica en los países de origen. Por otra, la migración voluntaria, segura, regular y bien gestionada contribuye al desarrollo y al enriquecimiento cultural.
La realidad migratoria en las últimas décadas ha conformado una España diversa. Según datos del INE, residen en nuestro país casi 7 millones de personas de origen inmigrante, 4.663.726 con nacionalidad extranjera y otros 2.190.188 nacidos en el extranjero, pero con nacionalidad española. A raíz de la crisis especialmente en el 2010 aproximadamente 1,5 millones de españoles emigraron, en 2017 unos 76.197 españoles abandonaron España (datos del INE). En este sentido, por continente un 62% de españoles viven en América, 34,7% en Europa y 3,5% en el resto del mundo. La evolución anual de población en España ha crecido en estos últimos años debido al saldo migratorio positivo, pues nuestro saldo vegetativo es negativo, es decir en nuestro país mueren más personas de las que nacen. Varios estudios demuestran cómo la migración es una gran oportunidad para nuestra sociedad, incluido nuestro crecimiento económico y mercado laboral.
La presión migratoria en la Frontera Sur ha crecido, llegando este año a superar las 50.000 personas que ingresan en nuestras costas. La deficiencia en accesos seguros y legales está produciendo auténticos dramas y la pérdida continuada de vidas, además de la vulneración de derechos básicos (devoluciones en caliente a adultos y a menores, etc.). Esta cifra no debería suponer un número alarmante si lo comparamos con las 532.482 personas inmigrantes que entraron en España regularmente en el mismo periodo.
Según varios estudios, los niveles de integración y cohesión social se han visto muy mermados en los últimos años (FOESSA). El Fondo de Integración ha sido nulo prácticamente desde la crisis. De hecho, el último Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración (PECI) data del 2011-2014. La Comisión Europea (28 de febrero de 2019) alerta a España por la elevada desigualdad y niveles de pobreza, que afecta de manera especial a la población de origen migrante.
En cuanto a la acogida e integración de personas refugiadas, se ha hecho un gran esfuerzo, con resultados parciales y en algunos casos exiguos. Un modelo que podría tener un mayor éxito si acogiera algunas formulaciones y apoyos regionales y locales, y otros modelos de hospitalidad como el patrocinio comunitario, entre otros. Desde hace años, la Vida Consagrada en España a través de diferentes instituciones y comunidades, ha realizado distintos aportes que han fomentado y fomentan una cultura de la solidaridad e inclusión con las personas migrantes y refugiadas, especialmente atendiendo a las causas que generan los desplazamientos, como acciones de sensibilización e incidencia, y acogiendo y acompañando directamente. Reseñable es el trabajo en integración con personas migrantes en mayor vulnerabilidad, especialmente con mujeres migrantes y trabajo del hogar, con menores no acompañados, en los CIE y en procesos de inclusión a medio plazo con familias desde una mirada integral, entre otros. Trabajamos muy conectados en el ámbito nacional dentro de la Red Migrantes con Derechos y en otras plataformas.
Últimamente, algunos colectivos sociales difunden un discurso político que instrumentaliza la inmigración como un chivo expiatorio de los males de la sociedad española, lo que está distorsionando la visión de parte de la sociedad sobre la realidad migratoria. De este modo quien más grita, aunque sea apoyado en datos falsos, genera discurso y acapara los titulares.
Esta instrumentalización política, junto a la viralización en los mensajes de las redes sociales, entre otros, han generado un discurso polarizado y extremista que tiene como objeto generar miedo, junto a un imaginario de invasión. "El que levanta un muro termina prisionero del muro que levantó" (Papa Francisco). Algo sobre lo que queremos llamar la atención es la trampa que utilizan algunos partidos o colectivos al relacionar los valores católicos con un único proyecto político, sea cual sea. En el pasado y en otros lugares del mundo, quienes pretendieron esto manipularon lo mismo que reclamaban ofreciendo una caricatura de los mismos.
Alentamos a beber de nuestras fuentes, como son el Evangelio, y la Enseñanza Social de la Iglesia
Desde el Consejo Asesor de CONFER Migraciones animados por el Papa Francisco, alentamos a beber de nuestras fuentes, como son el Evangelio, y la Enseñanza Social de la Iglesia. En ellos se encuentran criterios y también las referencias morales para todo católico. También las que orientan el discernimiento a la hora de ejercer nuestros derechos y deberes como ciudadanos. Hospitalidad, dignidad de la persona humana, primacía del bien común, compasión, solidaridad, justicia... son actitudes evangélicas que orientan nuestro caminar cotidiano. Por esta razón, promover cualquier resquicio de xenofobia, manipulación del lenguaje, desinformación, propuestas que atenten contra la dignidad humana en todas sus fases, relativización de la violencia o desprotección de los más débiles, es contrario a las enseñanzas de Jesús.
En lo referente al desafío de las migraciones, insistimos en la urgencia de reclamar políticas regulatorias acordes con la dignidad de las personas, el bien común y el principio de solidaridad. Nos adherimos a la propuesta del papa Francisco resumida en los verbos: “acoger, proteger, promover, integrar”. Existen alternativas viables a los muros, la criminalización generalizada de los migrantes, la aporofobia (odio a los pobres) y la inoculación del miedo.
Apelamos por tanto a una lectura creyente de la realidad, a través de los principios evangélicos y la Enseñanza Social de la Iglesia. También en lo referente al fenómeno migratorio y sus implicaciones. Ante las próximas elecciones generales invitamos a plantear en la reflexión personal y en el debate público propuestas que favorezcan una “civilización del amor” actuando en consecuencia.
La vida religiosa dispone de instituciones y plataformas comprometidas con el acompañamiento y servicio a personas migrantes y refugiadas, que le permite hacer un balance riguroso de la gran oportunidad y desafío que representan y que dotan de credibilidad su trabajo y las siguientes propuestas:
1.-ACOGER
«Considerando el escenario actual, acoger significa, ante todo, ampliar las posibilidades para que los emigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro y legal en los países de destino» (Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018).
Instamos a la ampliación de canales migratorios regulares, abandonando prácticas de devoluciones en caliente, luchando contra las redes de tráfico de personas y de trata, y velando por el seguimiento de las políticas migratorias. Asimismo, pedimos el cierre de los CIE y su sustitución por otro tipo de medidas alternativas a la detención. La hospitalidad es una de las prácticas evangélicas que debería guiar nuestra acogida.
2.-PROTEGER
Proteger quiere decir que se garantice la defensa «de los derechos y de la dignidad de los emigrantes y refugiados, independientemente de su estatus migratorio» (Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018).
Exigimos que se proteja la vida de las personas y se salvaguarden los derechos en nuestras fronteras, así como una protección a las personas en tránsito a través de servicios médicos, psicológicos y sociales, especialmente a colectivos en mayor vulnerabilidad como son los menores no acompañados y las mujeres. Una mención especial en esta protección deberían recibir las personas que defienden los derechos humanos de las personas migrantes.
3.-PROMOVER
Proteger quiere decir que se garantice la defensa «de los derechos y de la dignidad de los emigrantes y refugiados, independientemente de su estatus migratorio» (Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018).
Animamos a promover una cultura del encuentro y de la hospitalidad. Todo ser humano es portadorde riqueza tanto personal, cultural y profesional. Asimismo, instamos a que se vele por una política de cooperación y solidaridad con los países en mayor dificultad que posibilite que millones de personas no se vean obligadas a abandonar sus tierras, en muchos casos viviendo auténticos calvarios personales y familiares.
Nuestra mirada va más allá de soluciones momentáneas y a corto plazo. Estamos convencidos que comprendiendo el fenómeno migratorio en profundidad ayudará a que la sociedad no instrumentalice la inmigración en algunos contextos sociales y políticos, fomentando una cultura del enriquecimiento mutuo de un verdadero desarrollo humano integral para todos.
4.-INTEGRAR
“Integrar quiere decir comprometerse en un proceso que valorice tanto el patrimonio cultural de la comunidad receptora como el de los migrantes, construyendo así una sociedad intercultural y abierta.” (Discurso encuentro con los migrantes. Rabat, 30 de marzo de 2019).
La sociedad española es diversa y necesitamos tomarnos muy en serio la gestión de esa diversidad como una gran oportunidad. Sólo desde una mirada integral podremos responder de forma conjunta a esta realidad social, aunando esfuerzos tanto desde gobierno central, como desde las administraciones regionales y locales, junto con la sociedad civil. (Pacto Mundial para una Migración segura, ordenada y regular. Diciembre 2018). Instamos a que se dote un Fondo de Integración y se implemente un Plan Nacional de Integración y Cohesión Social. Integrar significa ponernos en el lugar del otro para recorrer un camino juntos. Integrar significa involucrarnos en la construcción de ciudades y sociedades más acogedoras, plurales y que valoren la riqueza de la diversidad que no implica diluir sino armonizar las diferencias e identidades buscando el bien común.
Consejo Asesor CONFER Migraciones