Religiosas y frailes dominicos en Tenerife celebran su encuentro anual en honor a Santo Domingo
Fr. J. Manuel Martínez presidió la eucaristía, subrayando la importancia de irradiar el mensaje del Evangelio y vivir la fraternidad
El pasado 26 de octubre, en el Colegio Vista Bella de las Hermanas Dominicas de la Sagrada Familia en Santa Cruz de Tenerife, tuvo lugar un encuentro dominicano anual en el que participaron las religiosas dominicas y los frailes de la comunidad de Candelaria. Esta jornada de comunión se realiza cada año en honor a nuestro Padre Santo Domingo, brindando un espacio para renovar los lazos de fraternidad y fortalecer nuestro carisma compartido.
Durante el encuentro se celebró la eucaristía, presidida por el prior, fray Juan Manuel Martínez Corral O.P., quien en su homilía recordó la importancia del carisma dominicano de predicación y testimonio evangélico. El Prior subrayó además el llamado a ser “luz y sal de la tierra”, recordándonos nuestra misión de irradiar el mensaje del Evangelio en el mundo actual y ser testigos de misericordia y reconciliación a través de nuestra vida cotidiana.
Este encuentro anual no solo fomenta la comunión entre las comunidades dominicas presentes en Tenerife, sino que también es un espacio para el intercambio de experiencias y la reflexión conjunta. En esta jornada, las hermanas y los frailes tuvieron la oportunidad de compartir un sabroso almuerzo, pero también sus testimonios y motivaciones, profundizando en la misión común de transmitir el mensaje de amor y esperanza del Evangelio.
Los frutos de este encuentro son abundantes, fortaleciendo el sentido de pertenencia a la familia de Santo Domingo y renovando el compromiso de vivir el carisma de la predicación de manera concreta en nuestras comunidades y en la sociedad. Además, este evento anual nos permite recordar el espíritu que animó a Santo Domingo y nos inspira a seguir siendo testigos vivos del Evangelio, unidos en un mismo propósito y apoyándonos mutuamente en el camino de la vida consagrada.
Por último, el Prior agradeció de corazón a todos los presentes su dedicación y entrega, destacando que la verdadera predicación surge no solo de las palabras, sino también del testimonio de vida. Este encuentro anual reafirma el compromiso de los hijos de Santo Domingo de ser luz en el mundo y sal de la tierra, fortalecidos en la oración, la comunión fraterna y la misión de llevar la verdad evangélica a todos los rincones.
Fr. Carlos Ávila Martínez O.P