dominicosEncuentro de Cuaresma de los laicos dominicos de Madrid
El encuentro de Cuaresma de este año se celebró el pasado sábado 2 de abril en la parroquia de dominicos de El Olivar. La oración de la mañana fue una meditación que giró en torno al pasaje del evangelio de Juan "Yo soy la luz del mundo".
Encuentro de Cuaresma Para contemplar y dar lo contemplado. Un tiempo para orar, reflexionar y celebrar la fe en comunidad. Este es el objetivo que se proponen los encuentros Para contemplar y dar lo contemplado que todos los años en Cuaresma y Adviento ofrecen los laicos dominicos de Madrid a todo aquel que quiere vivir con un poco más de profundidad estos tiempos litúrgicos.
El encuentro de Cuaresma de este año se celebró el pasado sábado 2 de abril en la parroquia de dominicos de El Olivar de Atocha. La oración de la mañana fue una meditación que giró en torno al pasaje del evangelio de Juan "Yo soy la luz del mundo" (Jn 8, 12) y que tuvo como símbolo principal la luz. Cristo, luz del mundo, nos invita a que seamos portadores de su misma luz (Mt 5, 14).
Después de un tiempo de distendida convivencia, fray Jesús Espeja, OP condujo el tiempo de la reflexión. Fray Jesús animó dicha reflexión con gran éxito gracias a un agudo análisis de la situación actual en la que nos toca vivir y comunicar la fe, análisis que nace de una larga vida de fe meditada en profundidad. Muy claro y apuntando al nucleo de la cuestión, señaló los retos principales a los que nos enfrentamos los cristianos en una sociedad como la actual caracterizada, principalmente, por su fluidez y superficialidad. Pero el reto también está dentro de la Iglesia, que debe superar toda tentación de aislamiento, de privatización de la fe y de catastrofismo. Recordando las palabras de Schillebeeckx "fuera del mundo no hay salvación" y la constante invitación del Concilio Vaticano II, insistió en que es en el mundo, y especialmente en el hombre, donde hay que buscar a Dios. Porque Dios está en el cosmos, en la historia, en la intimidad del ser humano... Dios se encuentra también en aquellos que le rechazan. El punto de partida de diálogo con el hombre moderno deberá ser el ser humano: ¿qué es lo que verdaderamente humaniza?... Si de verdad creemos en la Encarnación, seremos capaces de mostrar que Dios no es el enemigo del hombre, de su felicidad, sino todo lo contrario; podremos desmontar la sospecha que late en el corazón del hombre actual.
Después de un tiempo de diálogo e intercambio de experiencias, el encuentro culminó con la celebración de la eucaristía. La proclamación del Evangelio durante la misma nos condujo, de nuevo, a una de las consideraciones que más se había hecho presente durante la mañana: la práctica religiosa sin una sincera e íntima experiencia cristiana de fe se convierte en una cáscara vacía. Y hubo ocasión, también, para la solidaridad: la colecta fue destinada a los proyecto que la ONG de Familia Dominicana Acción Verapaz lleva a cabo en Haití.
Vaya nuestro más sincero agradecimiento a la comunidad de frailes y a la fraternidad de laicos de El Olivar por su ayuda y acogida para la celebración de este encuentro.
Hasta la próxima vez que busquemos un tiempo Para contemplar y dar lo contemplado.