Encuentro de la Familia Dominica en Adviento

Mons. Pujol, arzobispo de Tarragona, reflexiona sobre “Los santos en la Iglesia”. Como es costumbre en Adviento y Cuaresma, la Familia Dominicana de Barcelona se reunió en un ambiente fraterno.

El encuentro fue el 5 de diciembre en el convento de las Dominicas de la Anunciata de la calle Elisabets. Este revestía un carácter especial a raíz de la reciente canonización del P. Francisco Coll y Guitart. Fuimos acogidos muy afectuosamente por las hermanas de la comunidad, que irradiaban la alegría de contar con su fundador entre los santos de la Iglesia.

En la sala, unos cien participantes entre dominicos y dominicas de las diversas ramas presentes en la diócesis de Barcelona. Impartió la conferencia, con la cual siempre se inician estos encuentros, el arzobispo de Tarragona, Monseñor Jaume Pujol, antiguo alumno de las Anunciatas. Le acompañaban en la presidencia el provincial de la provincia de Aragón fray Esteban Pérez, el promotor de la Familia Dominicana de Cataluña, fray Juan José Gallego y la vicepresidenta, Hna. Mª Dolores García, dominica de la Presentación.

Mons. Pujol, antes de entrar en el tema “Los santos en la Iglesia”, recordó sus años de infancia transcurridos en el colegio que las hermanas de la Anunciata tienen en Guissona. Él y sus diez hermanos frecuentaron esta escuela de la que guarda muy gratos recuerdos y contó unas anécdotas que además de tener chispa tenían un buen mensaje. Entró en el tema de su disertación citando las palabras del Santo Padre del acta de la canonización. La vida de los santos se hace a partir de cosas muy simples. Ellos son los amigos de Dios y se convierten en nuestros intercesores. El Padre Coll propagaba la Palabra como buen predicador itinerante invitando al encuentro con Dios. Este encuentro con el Señor lleva a la conversión, a recibir la gracia y a mantener el diálogo con Él a través de la oración. Su actividad evangelizadora incluía una gran devoción al sacramento de la Penitencia. La vida de Francisco Coll transcurrió en una época de profunda crisis cristiana en Cataluña. Pero después de las crisis la Iglesia se levanta de nuevo vigorosa con la vida de hombres santos. Los santos son los que han entendido la misericordia. Su vida ha sido positiva. Son los que construyen y edifican. San Francisco Coll fundó la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata que siguen su carisma por tantos pueblos y lugares enseñando y educando a la juventud. Después de la conferencia siguió el rezo de vísperas y la Eucaristía.

Fue una tarde agradable, fraterna, compartiendo la alegría de tener en el calendario un nuevo santo dominico.