Movimiento Juvenil Dominicano: "Nuestra misión en la Orden es la salvación de las almas"
El MJD trabaja el ser y quehacer como miembros de la Orden de Predicadores en su encuentro nacional
Desde viernes 16 hasta el domingo 18 de febrero se reunieron en el Tossal (Valencia) los jóvenes de las distintas comunidades del MJD de España; fueron días para compartir, orar y reflexionar en comunidad sobre el ser y quehacer como miembros de la Orden de Predicadores. En esta ocasión, la formación estuvo orientada hacia el binomio Comunidad-Afectividad para así, conocer las distintas claves que permiten crear una comunidad de predicadores y los afectos que se generan desde las relaciones que cada miembro establece.
El viernes en la noche arribaron a Valencia un buen número de participantes, fue una noche de esparcimiento y encuentro que estuvo animada y motivada por juegos y espacio lúdicos, para crear un clima de confianza y participación.
Su amor es perfecto y es capaz de transgredir la ley
El sábado en la mañana se inició el día con una oración a cargo del grupo Esnalar de Oviedo, luego, el primer taller lo dirigieron María Ballester y Josete Juan Rodrigo, ambos miembros del grupo Endavant de Valencia. Su reflexión estuvo orientada a la afectividad de Jesús y para ellos iluminaron a los participantes tomando como modelo las relaciones que el propio Jesús estableció con su Padre, sus amigos, su familia y los marginados. En Jesús de Nazareth la afectividad está ordenada y orientada hacia la búsqueda del bien del otro, por eso su amor es perfecto y es capaz de transgredir la ley. El dinamismo de este taller propició la revisión nuestra vida interior y nuestro sistema de actividad y relaciones comunitarias.
El segundo taller estuvo animado por Andrés Rodríguez Antón, del grupo de MJD del Aquinas en Madrid. En esta ocasión, se reflexionó sobre la comunidad como espacio fundamental en el que se da la vida del joven predicador, de ahí la importancia de conocer bien a cada uno de los miembros que integran el grupo, la necesidad de generar un espacio de diálogo y confianza y el valor del compromiso comunitario; fue una tarde activa que sirvió para evaluar, valorar y revisar las relaciones de nuestras comunidades de origen.
En la noche el grupo Kénosis de Sevilla invitó al resto de jóvenes a la oración y la contemplación. Una comunidad que no ora, es una comunidad que se seca. La oración pretendía poner en común el camino andado del joven predicador e integrar las dudas, los desafíos y los retos que para la Fe supone la predicación del Reino de Dios en nuestra realidad. Luego de este momento, se despidió la noche con un compartir lleno de música, baile y entretenimiento.
No faltaron los momentos para promocionar la nueva colección de camiseta y sudadera del MJD, que superando los estilos de Zara y Massimo Dutti, resultaban atractivas para el público joven.
Somos predicadores para la salvación de las almas
La mañana del domingo estuvo a cargo de Fr. Néstor Rubén Morales, fraile del grupo Endavant de Valencia. Fr. Néstor tomó como modelo la comunidad Trinitaria para iluminar sobre las características que tiene esa comunidad perfecta a la cual debemos aspirar y luego, presentó la manera de amarse que tienen cada una de las personas de la Trinidad. Su reflexión estaba orientada a la toma de consciencia de nuestra misión en el MJD: “somos predicadores para la salvación de las almas” y esto solo se consigue desde una comunidad fundante y con unas relaciones amorosas que permitan buscar el bien del otro.
Finalmente el encuentro concluyó con la eucaristía presidida por Fr. Edgar Amado, quien invitó a regresar a los lugares de origen mejores y distintos de cómo empezaron el fin de semana, ya que todo lo aprendido debe hacerles mejores para así, anunciar con alegría el mensaje de salvación.
Fr. Néstor Rubén Morales Gutiérrez