José Saborit : “Basta con mirar con atención y descubrir que el mundo está lleno de belleza y de maravillas”
El pintor expone “Mientras la luz” en O_Lumen hasta finales de mes
Entrevista al pintor valenciano José Saborit, a propósito de la exposición que presenta en el espacio de los dominicos O_Lumen desde el 22 de noviembre.
Mientras la luz supone un recorrido por tus obras en un ambiente tranquilo y sosegado, que propicia que el espíritu del visitante se sienta libre. ¿Qué intentas transmitir?
El propio título da una idea. La luz no es un hecho físico, transciende con mucho lo físico, es una especie de don y es una especie de encuentro entre la luz exterior y la luz interior del ojo, la luz de la memoria y del entendimiento, que también ilumina lo que se ve. La luz es un don perecedero, que se nos concede, pero que no dura siempre, de ahí ese Mientras la luz. Mientras podamos tener la luz debemos celebrar el don de la visión, y celebrarlo intentando crear un doble de la realidad o algo que evoque esa emoción que sentimos a veces ante la belleza de la naturaleza y que nos permita recrear eso y darle una vida más larga.
La pintura se inspira generalmente en la naturaleza, pero no en la naturaleza entendida como lugares concretos o como descripción de los accidentes o de sus detalles, sino más bien como una fuente de emociones, de sentimientos en quien la contempla desprendiéndose de expectativas y de objetivos, de quien la contempla de verdad.
Basta con mirar con atención y descubrir que el mundo está lleno de belleza y de maravillas como para estar dando las gracias continuamente
Los cuadros intentan compartir con el espectador una especie de atmósfera anímica o recrear una sensación que yo he tenido ante determinados escenarios naturales, pero no por la vía de la imitación de los detalles, sino más bien por la vía de la emoción. Es decir, unos cuadros donde la luz y el color nos producen unas sensaciones determinadas que tienen que ver sobre todo con la gratitud. Gratitud ante esa capacidad de ver y de celebrar el mundo. Un mundo que muchas veces malogramos por la prisa, o por el sentido práctico, o porque caminamos persiguiendo la punta de nuestros zapatos y no nos detenemos a mirar. Y basta con mirar con atención y descubrir que el mundo está lleno de belleza y de maravillas como para estar dando las gracias continuamente. Mi puntura tiene algo de esa celebración de la luz, mientras la luz dura, por eso se titula así, y porque toma el título del segundo libro de poemas de Lola Mascarell, que trata desde la poesía también ese sentimiento de gratitud ante los dones de la visión. Visión y luz que, como cualquiera puede entender, no son meros hechos físicos, sino que son una forma fundamental de conocimiento y de relacionarnos con el mundo.
Además de pintor eres poeta, ¿cómo articulas ambos medios de expresión?
Ya Horacio o Simónides de Ceos hablaron del tópico Ut pictura poesis (“como la pintura así es la poesía”) y para mí son dos vertientes por donde canalizar el impulso creativo y dos vertientes por donde celebrar toda la maravilla del mundo. Obviamente la poesía se presta más a la meditación y en la pintura se trata de recrear escenarios. Escenarios donde no ocurren cosas, pero que se abren a la mirada del espectador que sepa desprenderse un poco de las presiones cotidianas para habitar esos cuadros. La pintura son los escenarios y la poesía puede traer los argumentos que se desarrollan en esos escenarios.
O_Lumen es una iglesia que ha sido rehabilitada en espacio para las artes y la palabra, que busca fomentar el diálogo entre el arte contemporáneo y la espiritualidad, ¿qué significa para ti exponer aquí?
Es una gran oportunidad que quiero también celebrar porque es un espacio concebido para la oración, para la contemplación y para la reflexión, y por lo tanto muy propicio para la contemplación de los cuadros. Es un punto de encuentro. En mi pintura hay una clara dimensión espiritual y tras ella hay valores como detenimiento, silencio, desprendimiento, vacío… y esos valores conectan muy bien con la vida del espíritu. Por lo tanto, es una confluencia gozosa para mí y mis cuadros. En cierto modo son una forma de gratitud, y si somos laxos con la palabra una forma de oración también.