Eucaristía por el cincuentenario del templo de los Dominicos del Vedat
El pasado domingo día 9 de septiembre se celebró la solemne Eucaristía en acción de gracias por el cincuentenario del templo dominico en Torrent.
"Pasa el tiempo marcando con su huella el devenir de la Historia. Grabando en los muros que nos acogen cincuenta años de presencia de Dios en este rincón entrañable del Vedat. Años donde la siembra de la Palabra y los sacramentos ha sido la divisa inconfundible de los frailes predicadores.
Este templo sigue latiendo al compás del corazón misericordioso de Dios. Aquí se vive la fe, se ofrece el perdón del Padre, se derrama el agua de bautismo y se sellan alianzas de amor, para dar de este modo vida a lo que sería simplemente un edificio de cincuentenaria arquitectura. Hoy damos gracias a Dios por todos estos años, donde Él ha sido el cimiento firme de la esbelta torre y las líneas rectas llenas de luz de este hogar de puertas abiertas y esperanzas siempre nuevas.
Hoy celebramos cincuenta años de bendición. Hoy celebramos la ilusión de quienes arrimaron el hombro para hacer realidad un sueño. Hoy nuestro recuerdo para quienes se fueron, dejando aquí huellas de entrega y razones para seguir en la lucha por anunciar a tiempo y a destiempo el Evangelio. Hoy todos los que sentimos este lugar como algo nuestro necesitamos celebrar la Eucaristía para sabernos, una vez más, amados por Aquel que es el Arquitecto de nuestro Templo".
Esta monición enmarcaba el pasado domingo día 9 de septiembre la solemne Eucaristía en acción de gracias por el cincuentenario del templo dominico del Vedat. Presidida por el Excmo. y Rvdmo. Don Antonio Cañizares LLovera, cardenal arzobispo de Valencia y concelebrada por el Provincial de la Provincia de Hispania Fray Jesús Díaz Sariego O. P., el Prior y los frailes de la comunidad, así como de los priores del Convento de Predicadores y del Colegio Dominicos de Valencia.
La parte musical corrió a cargo de la Fraternidad de dominicos seglares, quienes quisieron poner su granito de arena en una mañana histórica, refrendando así sus treinta años de colaboración mutua con los frailes de dicho convento.
Un templo que, desde muy temprano, lucía sus mejores galas para acoger con las puertas abiertas a quienes no querían perderse dicha conmemoración. El cardenal fue recibido en el atrio por el Provincial y el Prior de la comunidad, pasando luego a saludar al Alcalde y demás miembros de la Corporación Municipal asistentes, al Presidente y Junta de Gobierno de Ntra. Sra. de los Desamparados de Torrent y a todos aquellos fieles que se acercaron para darle la bienvenida.
A la hora fijada daba comienzo la procesión de entrada que volvía a recorrer el mismo itinerario de cincuenta años atrás, entrando por la gran puerta principal de un templo abarrotado de fieles, dispuestos a dar gracias a Dios por su presencia en este enclave tan significativo para muchos torrentinos.
Una liturgia austera pero digna y elegante, adornada con un hermoso exorno floral, la instalación eléctrica y la megafonía recién estrenadas, el coro que volvía a recuperar el blanco de sus paredes en contraste con el negro de los cojines de la sillería, el patio de la Virgen con su coqueta fuente...todo parecía confluir para que la celebración fuera inolvidable.
Y así, en este marco, se desarrolló la Eucaristía. El prelado en su homilía invitó a todos los presentes a ser valientes y seguir en la brecha, siendo predicadores incansables del Evangelio. Agradeciendo a los dominicos, en la persona de su Provincial, la presencia y la labor durante tantos años en el Vedat. Y refiriéndose al templo como lugar donde muchos han vivido y viven su fe, ayudados por la siempre inestimable impronta de los frailes predicadores.
Posteriormente, en la acción de gracias, tomaron la palabra el Provincial y el Prior quienes tuvieron palabras de agradecimiento a quienes hicieron posible la construcción del templo, a quienes participan de los sacramentos y viven su fe entorno a sus muros, a quienes han aportado su estimable colaboración para llevar a cabo los distintos actos del cincuentenario y, por último, a quienes se fueron dejando una vida entregada y ofrecida en dicho templo.
Sin más y en un ambiente de fiesta dominical concluyó la Eucaristía, dejando escrita una página imborrable en los anales de la historia de este convento de Dominicos del Vedat. Una página llena de gratitud y esperanza en el futuro.