Fr. Gerard Timoner: “Celebramos a Santo Domingo como un santo que disfruta de la comunión en la mesa con sus hermanos”
El Maestro de la Orden celebra una eucaristía en Madrid con motivo del Jubileo del fundador de los dominicos
El sábado 16 de octubre por la tarde la Real Basílica de Ntra. Sra. de Atocha de Madrid acogió una celebración eucarística presidida por el Maestro de la Orden de Predicadores con motivo del Jubileo por los 800 años del dies natalis de Santo Domingo de Guzmán. Los priores provinciales de las Provincias de Hispania y de Ntra. Sra. del Rosario, Fr. Jesús Díaz Sariego y Fr. Rubén Martínez repectivamente, concelebraron junto a Fr. Gerard Timoner.
Timoner estuvo bien arropado por miembros de toda la Familia Dominicana, que junto a amigos, cofrades y feligreses llenaron la Basílica de Atocha. Muchos otros miembros de la Familia se unieron a la celebración a través de YouTube.
Durante la homilía, el Maestro describió a Domingo como una santo que comparte con sus hermanos, sentado a la misma mesa que ellos: “Celebramos a Santo Domingo no como un santo solo en un pedestal, sino como un santo que disfruta de la comunión en la mesa con sus hermanos, reunidos por la misma vocación para predicar la Palabra de Dios y compartir el don de Dios de la comida y la bebida. Mientras miro la Mascarella, me pregunto cuántos frailes habrán querido sentarse junto a Domingo. ¿Representó el pintor en la Mascarella los rostros de los hermanos que sabía que estaban cerca de Domingo? ¿Está mal desear estar sentado al lado de una persona importante y santa como Domingo? ¿Está mal desear estar sentado con Jesús en gloria? Dos criminales estaban al lado de Jesús mientras estaba en el trono de la redención, es decir, la cruz. Uno se convirtió y creyó en Jesús. Se le prometió un lugar en el paraíso. Después de la resurrección, dos discípulos caminaban por el camino de Emaús. De repente, Jesús se unió y caminó con ellos, explicó las Escrituras y partió el pan. Fue entonces cuando reconocieron a Jesús y en ese momento el Señor resucitado desapareció de su vista. Se dieron cuenta de que a partir de entonces, podrían reconocer a Jesús en las Escrituras y en el partir el pan. Caminar junto a Jesús restauró su esperanza rota y les dio una nueva visión espiritual. Si estar cerca de Jesús significa conversión, entonces es absolutamente bueno querer sentarse o caminar a su lado”.
Toda la celebración estuvo preparada por miembros de la Familia Dominicana: monjas, hermanas, frailes, jóvenes y sacerdotes. La Hna. Marcela Zamora, secretaria de la Familia Dominicana en España, señaló al comienzo de la misa, que “como familia de predicadores estamos llamados a ser signo de la gran familia de Dios, donde queremos situarnos con lucidez y valentía para ofrecer signos y ser referencia de nuestra vida de Familia Dominicana”. La animación musical corrió a cargo del Grupo Alborada.
Para concluir, Fr. Jesús Díaz Sariego, tuvo unas palabras de agradecimiento para la Familia Dominicana, que concluyó deseando que “la alegría de la pascua de Santo Domingo nos siga otorgando no solo un buen pasado, sino también un presente y futuro fructíferos”.