El dominico Roberto Okón predica en la fiesta grande de la patrona de la isla de Bioko, Guinea Ecuatorial

La peregrinación y la Eucaristía estuvieron presididas por el arzobispo de Malabo, monseñor Juan Nsue Edjang Mayé

  Cientos de personas comenzaban a primera hora de la mañana del sábado 12 de agosto la peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Bisila, patrona de la archidiócesis de Malabo y de la isla de Bioko, donde se encuentra la capital de Guinea Ecuatorial.

  Durante algo más de una hora los peregrinos fueron rezando el rosario mientras ascendían al santuario, a más de 3.000 metros de altura, para celebrar el día grande de la advocación mariana propia de la etnia de los bubis, naturales de Bioko. La celebración estuvo presidida por monseñor Juan Nsue Edjang Mayé, arzobispo de Malabo.

  A pesar de la lluvia y las bajas temperaturas la alegría rebosaba entre los peregrinos, que animaron toda la jornada con cantos y bailes africanos. Bisila cuenta con gran devoción en Bioko, especialmente por parte del pueblo Bubi.

Fr. Roberto Okón Pocó

  El dominico fray Roberto Okón Pocó fue el encargado de la predicación que precede a la Eucaristía en el trigésimo aniversario de la entronización de la Virgen Bisila. En ella destacó a María como madre de Dios y figura de la Iglesia. Fue mostrando cómo la Virgen es modelo de virtud y de madre: “Nos invita a educar el corazón de sus hijos”. Para el fraile la Iglesia debe seguir siempre su ejemplo: “Solo en María la Iglesia es plenamente Iglesia. María representa lo que la Iglesia busca”.

Una gran cuidadora, abogada e intercesora

  En la segunda parte de la disertación fray Roberto concretó en la advocación de Bisila, explicando su origen: “la primera imagen la encontraron los misioneros claretianos a orillas de una playa de la isla”. Después explicó que el pueblo bubi puede estar seguro de tener a “una gran cuidadora, abogada e intercesora” y que “las diferentes apariciones de Bisila a lo largo del tiempo en la isla de Bioko confirman la presencia de María en estas tierras”.

  Una gran predicación del dominico que concluyó con un fuerte aplauso de todos los presentes.

  Tras las palabras del fraile dentro del santuario la gente salió al exterior a celebrar la Eucaristía. Alegría y agradecimiento son las palabras que resumen perfectamente el sentir del pueblo bubi durante la celebración, que estuvo cantando y bailando sin parar¡ a pesar del mal tiempo.