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Fraternidad sacerdotal de Santo Domingo en España

29 de octubre de 2015

Los días 19 al 22 de octubre de 2015 se celebró en Caleruega el encuentro en el que se dio inicio y se constituyó la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo en España.

Tras largo tiempo de perseguir la idea, se hizo realidad algo que ya existe en otros países y provincias de la Orden.

Hasta la reforma que trajo consigo el Concilio Vaticano II también para las Órdenes y Congregaciones Religiosas, los sacerdotes que deseaban vincularse al carisma de una determinada familia religiosa, lo hacían a través de las fraternidades o asociaciones laicales respectivas. Después del Concilio se llevó a cabo la reforma de la Regla de dichas fraternidades, creándose específicamente las fraternidades sacerdotales.

En estos últimos años, los promotores provinciales de las fraternidades laicales han intentado recabar datos y contactar con sacerdotes que están vinculados a la Orden en los distintos lugares. La comisión de Familia Dominicana para los frailes en España, finalmente ha organizado el primer encuentro de la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo en nuestras provincias.

Este encuentro se ha celebrado así pues, en Caleruega, en la cuna de N. P. Santo Domingo, del 19 al 22 de octubre. Al mismo han asistido finalmente, seis sacerdotes junto con fr. Óscar Jesús Fernández y fr. Juan Carlos Cordero. Otros tres avisaron en los días previos, de la imposibilidad de poder estar presentes en esta ocasión. Y se tiene contacto con algunos más a los que la fraternidad ya en marcha, irá contactando y acogiendo.

El veterano es D. Jorge Rodríguez, sacerdote de Gran Canaria, que hizo su profesión en el año 2001, y ha participado en varios encuentros, durante estos años. Los otros cinco: D. José María Vázquez, D. Carmelo de Lara, D. Amadeo Romá, D. Esteban García y D. Manuel Rodríguez, pertenecen a las diócesis de Tui-Vigo, Albacete, Valencia, Logroño y Madrid, respectivamente. Y sus edades van de los 45 a los 74 años.

Además de la presentación en la que cada uno compartió su trayectoria y expectativas, hubo tiempo para la oración compartida, la reflexión personal, la convivencia distendida y la visita a los lugares dominicanos de Caleruega.

Varias reflexiones apoyaron el encuentro: los elementos del carisma dominicano a cargo de fr. Juan Carlos Cordero; la predicación en el proyecto de Santo Domingo desarrollada por fr. Óscar Jesús Fernández; la exposición que D. Jorge Rodríguez realizó sobre su experiencia personal y la Regla de las Fraternidades Sacerdotales; y la última sobre la espiritualidad y organización de la Orden, a cargo de fr. Javier Carballo.

El día 21, miércoles, tuvo lugar la celebración del Rito de Admisión en la Fraternidad Sacerdotal. Fr. Javier Carballo, como presidente de la JIP y en nombre de los provinciales de Aragón, Bética y el Prior Regional del Rosario, fue el encargado de presidir la Eucaristía y recibir a los hermanos presbíteros dando inicio a la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo en España. A la Eucaristía se sumó toda la comunidad de frailes de Caleruega, y como parte del rito de admisión e inicio del noviciado, se les entregó una cruz dominicana y la Regla de las Fraternidades. Fue una celebración sencilla, emotiva y especialmente significativa para los cinco sacerdotes que se incorporaron así a la Familia Dominicana.

El encuentro terminó el día 22, no sin antes celebrar con las Dominicas contemplativas. Fue una ocasión más para que los nuevos miembros de la Fraternidad Sacerdotal se sintieran más acogidos e integrados en la Orden, y partícipes del común carisma de la Predicación del Evangelio, que estamos llamados a intensificar todos juntos en el Jubileo que está a punto de iniciarse.

Damos gracias a Dios y a estos hermanos sacerdotes por el paso que han dado de sumarse a los hijos e hijas de Santo Domingo, en el deseo de continuar la misión de la Predicación de la Buena Noticia, en fraternidad y en Familia. Transcurrido un año de noviciado, según indica su Regla, podrán emitir su Profesión; y ojalá que a partir de ahora haya más sacerdotes que puedan vivir su propia vocación ministerial en el marco de la nueva Fraternidad que acaba de nacer, y en el seno de la Familia Dominicana.