Funeral y homenajes a fr. Jesús Mendoza

El pasado diecisiete de octubre fallecía el Padre Jesús Mendoza, y al día siguiente se celebraba su funeral en la Basílica de Candelaria, presidido por el obispo de Tenerife. Durante esos días se sucedieron gestos de cariño y homenajes en su memoria.

Un sentido aplauso de los cientos de personas que llenábamos la Basílica, así como el canto del himno a la Virgen de Candelaria, despidieron el pasado 18 de octubre a fray Jesús Mendoza, en Tenerife, al finalizar la Misa exequial que se celebró en la Basílica de Candelaria.

La eucaristía la presidió el obispo de la diócesis de Tenerife Mons. Bernardo Álvarez y concelebrada por el provincial de la Provincia Bética, fray Miguel de Burgos. Estuvieron presentes los hermanos y sobrinos de fray Jesús Mendoza; así como numeroso clero diocesano de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. También asistieron a la eucaristía autoridades públicas, entre ellos el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Carlos Alonso y el alcalde del municipio de Candelaria, Gumersindo García.

Al comienzo de su homilía el obispo trasladó a la familia y a la comunidad los mensajes de condolencia que le hicieron llegar tanto el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, como el obispo de la diócesis de Gran Canaria, Mons. Francisco Cases. Bernardo Álvarez insistió en que a Jesús Mendoza “le preocupaban los problemas de los necesitados”; por eso, Jesús Mendoza, “se ofreció a sí mismo como una vela que alumbró sin parar hasta consumirse y gastarse”.

Por su parte fr. Miguel de Burgos, se dirigió directamente a su hermano recién fallecido para destacar que: "te necesitamos Jesús, en Su mano, échanos una mano”. También dijo que en fr. Jesús Mendoza se hace realidad, una vez más, que “cuando verdaderamente nacemos es al morir”. Al terminar sus palabras, los frailes presentes entonaron el “O spem miram”. El lunes siguiente, 21 de octubre, fr. Miguel de Burgos presidió en la Basílica otra eucaristía, dando gracias por la vida de fr. Jesús Mendoza.

Desde el momento en que se conoció la noticia del fallecimiento de fr. Jesús Mendoza, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia; no solo en la Comunidad autónoma de Canarias. También la prensa de la Provincia de Córdoba recogió la noticia; y el pasado 24 de octubre se celebró una eucaristía en la Iglesia del Real Convento de San Pablo (Iglesia de San Agustín). En esa eucaristía tanto la comunidad, donde fr. Jesús Mendoza permaneció catorce años, como los antiguos alumnos del Colegio Cervantes, recordaron desde el cariño y el agradecimiento a nuestro hermano.

Creo que todos hemos experimentado la pérdida de alguien muy querido y cercano; y también creo que todos coincidiremos en que hay que aceptar, con serena claridad, que la muerte es el final de muchas cosas buenas. ¡¡De muchas!! Planes, proyectos, ilusiones, relaciones, abrazos, encuentros, miradas, ternuras… La muerte tiene mucho de desgarro y sentirlo así no es atentar contra nuestra fe, sino vivir con intensidad lo que somos, lo que hemos llegado a ser.

Ante la pérdida de alguien querido solemos decir “me gustaría verlo otra vez”. Y es que tenemos la capacidad de sentir que no estamos hechos para la desaparición, al menos yo lo siento así: los placeres de la vida, las relaciones con aquellos a los que amamos, los asuntos que quedan pendientes y por resolver, las cosas que aún nos quedan por conocer, las vidas que podríamos haber vivido y que sin embargo no han sido… ¿es posible que toda esa riqueza quede en nada, desaparezca, por la muerte? Yo sinceramente, no lo creo.

Fr. Jesús Mendoza acompañó la vida de muchos, desde el nacer hasta el morir, ofreciendo la posibilidad de entrar en comunión con ese Padre-Dios (como a él siempre le gustaba decir) y la gracia de la salvación. Fr. Jesús Mendoza escuchó heridas y sanó muchos errores; bendijo ilusiones, corrigió engaños, acompañó no pocas soledades y levantó pobrezas. Toda su vida, como hijo de Santo Domingo, la pasó predicando, y por tanto, alentando, apoyando, sosteniendo…

Fr. Jesús Mendoza fue una persona creyente que escuchó la inquietante sugerencia de Padre-Dios para entregar su vida como ofrenda a favor de los demás, y solo para los demás. La más de las veces, terapeuta herido, discípulo, aprendiz, con toda la grandeza y la miseria de su humana condición. Pero, como cualquier obra de arte, su grandeza no está encerrada en la materialidad. A través de él, de fr. Jesús Mendoza, la misericordia de Dios nos ha mirado, nos mira y nos mirará.

Fr. Ángel Fariña OP

Ofrecemos algunos de los vídeos sobre fr. Jesús emitidos por los medios de comunicación de Tenerife:

Antena 3 de Canarias:

Mírame televisión le dedicó un programa completo:

En el año 1994 y en 2005 se emitieron dos reportajes sobre la figura de fr. jesús Mendoza: Medios audiovisuales canarios y  Azul Televisión