Iglesia en salida: Hacia una teología de la misión
Inauguración del curso académico de la Pontificia Facultad de Teología San Esteban de Salamanca
El martes 2 de octubre, en el convento de San Esteban de Salamanca, se inauguró oficialmente un nuevo curso académico, marcado por la convocatoria que el papa Francisco ha hecho en torno a la misión.
El primer acto, como ya es habitual, fue la misa del Espíritu Santo presidida por el prior provincial, Fr. Jesús Díaz, quien recordó la carta magna de la misión escrita hace un siglo por el papa Benedicto XV, MAXIMUM ILLUD, donde animaba a la Iglesia a llevar a Jesús hasta los últimos rincones de la tierra, misión, que entendida en clave dominicana, es ser fieles a la verdad, "poniendo voz a aquellas personas que más lo necesitan". El acto académico que vino a continuación se desarrolló en la hermosa aula magna del convento, empezando con la bienvenida del presidente de la Facultad de Teología San Esteban, Fr. Javier Carballo, quien recordó a profesores y alumnos los rasgos de nuestra metodología dominicana: estudio contemplativo de la teología, abierta a la misión, destacando el intercambio enriquecedor que esta Facultad tiene con alumnos dominicos de Hispanoamérica. El secretario, Fr. Manuel A. Martínez, leyó la memoria anual y Fr. Ricardo de Luis Carballada, vice presidente, contó cómo la Facultad ha secundado la llamada del papa, dentro de la mejor tradición misionera de San Esteban, desarrollando un ciclo de conferencias específicas durante octubre en torno a estos temas; la amazonía tendrá un lugar especial en estas reflexiones.
Fr. José Manuel Valente da Silva Nunes O.P.
La conferencia inaugural estuvo a cargo del provincial de Portugal, Fr. José Nunes, quien desarrolló el tema: "Iglesia en salida: acentos actuales de la teología de la misión". La expresión del papa Francisco, "iglesia en salida", según nos dijo, representa el estilo de la iglesia que debe estar constantemente en misión, la cual ya no está sólo circunscrita a países no cristianos, como fue antiguamente, donde se enviaban misioneros que llevaban la fe, sino a países cuya matriz es cristiana pero su falta de práctica -y en muchos casos de abandono- es marcada y acelerada; el acento de la misión hoy es, entonces, mucho más plural y desafiante que hace siglos. Un rasgo -en la línea del actual magisterio- que debe caracterizar a los evangelizadores o misioneros es el de llevar la alegría de la fe, como "servidores de la esperanza y la liberación".
San Esteban Comunicación