El convento del Santísimo Rosario de Peñalver en Madrid celebra el inicio del Jubileo de Santo Domingo
En una eucaristía presidida por el Prior Provincial del Rosario y concelebrada por el Vicario Provincial y el Prior del Convento, así como otros frailes de la comunidad
En la parroquia y convento del Santísimo Rosario de Peñalver y en estrecha cooperación con el Vicario Provincial y el Prior de la comunidad tuvo lugar la celebración de la apertura del año jubilar de 2021 conmemorando el Centenario del tránsito de Nuestro Padre Santo Domingo de Guzmán.
La eucaristía parroquial de las 12 de la mañana fue el marco de la celebración mientras se observaban las limitaciones del aforo como establece el protocolo de la Comunidad de Madrid.
La celebración estuvo presidida por el Prior Provincial del Rosario y fue concelebrada por el Vicario Provincial y el Prior del Convento, así como otros frailes de la comunidad. La liturgia estuvo dirigida por fray Serafín Monasterio, liturgista y fray Carlos Recas, párroco de esta parroquia. Fue una celebración digna, solemne y con respeto a las exigencias establecidas por el gobierno debido a la COVID-19.
En la introducción a la eucaristía fray Carlos Recas insistió en la importancia de la celebración del centenario y en el espíritu de hermandad que nos lleva a compartir esta celebración con la Familia Dominicana y los fieles que frecuentan la parroquia e invitó a todos a orara de un modo especial por la Orden, sus miembros y su apostolado.
En la homilía, el Prior Provincial compartió algunas ideas: el oro, ofrenda al rey de nuestras almas (a imitación de Nuestro Padre que consagró toda su vida a la predicación), la mirra refiriéndose a la condición humana del Mesías-Hombre (la compasión dominicana, esa virtud excelente de nuestro fundador) y el incienso como Dios (como la oración de nuestro Padre que siempre hablaba con Dios o de Dios). Invitó finalmente a los hermanos a redescubrir el desafío de la auténtica renovación y significado del carisma de Nuestro Padre en el momento histórico en que nos toca vivir, tanto con el ejemplo como con la palabra fundamentados en el estudio, la oración y la comunidad e implorando la intercesión de la Virgen y de todos los santos de la Orden,
Al final de la celebración toda la asamblea parroquial recitó la oración que el Padre Maestro de la Orden ha enviado en comunión con toda la Familia Dominicana y concluyó con el canto del responsorio a Nuestro Padre Santo Domingo.
Al concluir la liturgia algunos fieles compartieron con los religiosos de la comunidad la alegría del año jubilar y se interesaron por información adicional sobre la Orden, su carisma y su misión. Como obsequio se repartió la estampa del Jubileo.
La comunidad del Convento