Jornadas de reflexión sobre dominicanismo en el monasterio Santa Catalina de Siena en San Cristóbal de la Laguna

Impartidas por fray Carlos Ávila Martínez OP

  En el Monasterio de Santa Catalina de Siena en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) se llevó a cabo una jornada de reflexión y oración. Este evento, estuvo centrado en el dominicanismo, con el fin de profundizar en la rica historia de la Orden de Predicadores. Las charlas fueron transmitidas en directo por Facebook (https://www.facebook.com/MonasterioDominicasLaLaguna). 
 
  La temas fueron desarrollados por fray Carlos Ávila Martínez O.P., quien abordó varios aspectos esenciales, desde la historia de la Orden, hasta la vida diaria de las monjas dominicas dedicadas a la oración y la contemplación.
 
  El programa de la Jornada de reflexión se realizó desde el día 29 de enero hasta 2 de febrero. Entre los temas se trataron diversos aspectos de la historia de la Orden de Predicadores, carisma y espiritualidad. He aquí el temario:

1. 1. Historia de la Orden de Predicadores, desde los primeros días de Santo Domingo de Guzmán hasta las contribuciones contemporáneas, se destacó cómo la Orden ha evolucionado mientras mantiene firmes sus rasgos fundacionales.
   2. El carisma y espiritualidad que distingue a las monjas dominicas, y algunas características de la Orden de Predicadores.
   3. La dimensión contemplativa y la vida comunitaria, entre otras cosas se destacó cómo la soledad y el silencio no son sinónimo de aislamiento, sino un camino hacia la comunión más profunda con Dios y las hermanas.
   4. El sentido de la vida monástica y la clausura, la jornada abordó el significado detrás de la vida monástica, y cómo la clausura, lejos de ser una restricción, se convierte en un medio para la plenitud espiritual. Las monjas reflexionaron sobre cómo la limitación física se transforma en una apertura interior hacia Dios y hacia los demás.

  Las monjas dominicas en la Orden de Predicadors, consagradas que “hablan con Dios y de Dios”. Se rindió homenaje a todas las monjas dominicas, cuya vida, dedicación y silenciosa predicación han dejado una huella imborrable en la Orden de Predicadores. Su contribución a la Iglesia y a la Orden es el testimonio vivo de fe y servicio que las monjas pueden aportar.
 
  La jornada de reflexión en el Monasterio de Santa Catalina de Siena, culminaba con la adoración eucarística, el rezo del Santo Rosario y las vísperas de la liturgia de las horas.

Fr. Carlos Ávila Martínez O.P.