La antigua residencia de Las Caldas de Besaya se convertirá en un hotel rural
La Fundación San Martín de Porres promueve un proyecto que pretende compartir el rendimiento económico con el apoyo a personas vulnerables
La Fundación San Martín de Porres, obra social radica da en Madrid y vinculada a los Padres Dominicos, ha solicitado licencia ante el Ayuntamiento de San Felices de Buelna para reflotar lo que fue residencia para mayores de Las Caldas de Besaya y convertirla en hotel rural. La fórmula jurídica con la que los promotores pretenden poner en marcha este ambicioso proyecto está a caballo entre la rentabilidad económica y la social y apunta a la creación de empleo entre los sectores más desfavorecidos y el apoyo a las personas en riesgo de exclusión.
Antonio Rodríguez, director de la fundación, ha explicado que la reconversión de ese edificio como hotel rural alberga muchas aspiraciones que espera sean compatibles con la calificación del antiguo inmueble, objetivos entre los que no descartan incluso volver a organizar actividades como casa de ejercicios (el primer uso que le dieron los actuales propietarios, los dominicos del Santuario de Las Caldas) o dar cabida a planes de vacaciones para personas sin recursos, algo para lo que la fundación pretende ponerse en contacto con el Gobierno regional.
Incluso también se pretende aprovechar los 40.000 metros cuadrados de terreno que rodean el edificio para poner en marcha una plantación de agricultura ecológica, un plan ya mucho más avanzado porque no requerirá cambios en la calificación del terreno. De hecho, ya hay dos personas de la fundación formándose en ese campo y se espera tener esa explotación en funcionamiento en el plazo de un mes, favoreciendo así la creación de empleo y posibilitando el reparto dé los productos cosechados entre familias necesitadas.
En cuanto al proyecto del hotel rural, Rodríguez resaltó que aún se están tramitando las autorizaciones necesarias ante el Ayuntamiento, la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu)y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico por lo que, aseguró, aún es pronto para dar detalles de un proyecto que depende del visto bueno de la Administración.
El desembarco de la fundación en el valle de Buelna se produjo en junio del año pasado, cuando se da por fallido el proyecto diseñado por una empresa asturiana que pretendía recuperar todo ese entorno como albergue juvenil y zona de ocio. Una vez descartado ese proyecto la fundación se puso en contacto con la comunidad de dominicos de Las Caldas y acuerda recuperar las instalaciones. Desde ese momento se vuelca con un proyecto «con vocación de permanencia».
Recordó Rodríguez que la Fundación San Martín de Porres no es ajena a lo que sucede en Cantabria, de hecho tiene una estrecha relación con la Cocina Económica de Santander. En cuanto al edificio, se trata de 1.600 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas que en su día, como residencia, tuvo capacidad para acoger hasta 35 personas. Está emplazado en la antigua casa de ejercicios de los Padres Dominicos, que regentan este inmueble desde 1960, año en el que heredaron la finca y la casona del Conde de las Bárcenas. Entre 1999 y 2013 fue sede de una residencia para la tercera edad.
Fuente: Diario Montañés