La espiritualidad popular tradicional. Una realidad compleja y ecléctica
Sexta sesión de las conversaciones de San Esteban, a cargo del profesor D. Juan Francisco Blanco, Director del Instituto de las Identidades de la Diputación de Salamanca.
El Prof. Juan Francisco Blanco, Director del Instituto de las Identidades de la Diputación de Salamanca y hasta hace muy poco de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura, cautivó realmente a la audiencia con su documentada y jugosa exposición. Apasionado de la cultura, sobre todo en la tradición oral de la religiosidad popular, logró transmitir con maestría el vivo sentir espiritual de los pueblos salmantinos, en los que centró mayoritariamente su intervención.
Tras una bellísima proyección de imágenes, glosó una reflexión respetuosa y profunda sobre las diversas manifestaciones religiosas de la rica tradición popular en la medida en que iba desgranando gradualmente una serie de datos testimoniales de primera mano recogidos a lo largo y ancho de la geografía salmantina durante sus muchos años de investigación. Fue algo así como una primera y sugerente toma de contacto, por la que logró adentrar a los presentes en lo más nuclear de ese fenómeno tan complejo y ecléctico de la espiritualidad popular. Espiritualidad que, a su modo de ver, incluye todo el mundo de la magia y que desborda propiamente los límites de la estricta religiosidad.
El ponente -quien se reconoce a sí mismo como filólogo de formación académica, etnólogo de formación autodidacta y escritor de vocación- supo recoger, desde sus vivencias personales, las múltiples manifestaciones devocionales presentes en la tradición oral tal como aparecen todavía hoy en los diversos ámbitos de la vida cotidiana de la gente sencilla de los pueblos: el poder mágico, autónomo y automático, que entrañan la plegaria y los gestos más cotidianos dentro de su universo espiritual de creencias y supersticiones; la relevancia especial de la brujería como respuesta para muchas preguntas que no logran obtener otras respuestas satisfactorias; la presencia femenina de la mujer en la multiplicidad de fiestas de carácter mariano; las advocaciones y celebraciones de tipo naturista; el uso de mil ensalmos y conjuros curativos; el sentimiento y la emoción que entrañan las celebraciones de las tradicionales fiestas populares, etc.
Dentro de las creencias populares, a pesar de su profesión cristiana oficial, emerge todavía hoy un claro poso politeísta, merecedor del máximo respeto, pero que no admite remilgos teológicos. ¿Cómo abordar esta forma híbrida de religión desde las estructuras eclesiales vigentes?