Los laicos estamos llamados a ser hombres y mujeres de Dios
Los asistentes al I Encuentro de Laicos en Misión Compartida mostraron su interés por conseguir que tanto religiosos como laicos entiendan que su misión es la misma y que tan sólo les diferencia el modo y el lugar en el que trabajan por y para ella.
El sábado 22 de marzo se celebró el I Encuentro de Laicos en Misión Compartida vinculados a órdenes religiosas bajo el título "Juntos Somos más" Fue una apuesta fuerte convocada por CONFER y organizada mayoritariamente por laicos. Respondieron 1000 participantes, religiosos y laicos, procedentes de 84 congregaciones distintas.
La jornada comenzó con una oración de acción de gracias, en la que se recordó a las más de 400 personas que no pudieron asistir por problemas de aforo. Durante la oración se puso de manifiesto la necesidad de ser luz y sal y transmisores de un mensaje de amor, justicia y paz. Este momento estuvo amenizado con canciones, entre ellas el himno de la jornada titulado Con Él y compuesto por Maite López.
Monseñor Carlos Osoro, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, y Luis Ángel de la Heras, presidente de la Confer, dieron la bienvenida a los asistentes.
¿Quiénes son los laicos?
Tres laicos, nos hablaron del “¿Quiénes somos?” respondiendo a otras preguntas como ¿qué aportamos los laicos? ¿qué nos identifica? o ¿por qué se caracteriza nuestra vocación?
María Dolores López Guzmán, laica de la familia ignaciana, reconoció la dificultad, a día de hoy, de definir a un laico pues «es más sencillo explicar su función». «Somos personas que deseamos profundamente que nuestro vivir esté estructurado por la fe. Nuestra vida no está hecha de parcelas aisladas: el trabajo, la casa o los amigos, sino que nos reconocemos como personas ligadas a Dios en toda nuestra existencia y no nos comprendemos sin la fe». Explicó que tanto religiosos como fieles laicos «tenemos la obligación de proclamar el Evangelio», de modo que «la misión es una y es la misma, porque es la misión de Cristo, pero colaboramos en ello de forma distinta». Esta vocación se transmite a través de mediadores que son, precisamente, las órdenes religiosas en las que viven su fe. «Dios es el que llama y por eso es una vocación sagrada».
Siguiendo con la ponencias, tomó la palabra Begoña Rodríguez González, cooperadora salesiana. Para ella, reconocerse laico es dar importancia a la oración de forma natural, cotidiana, ser poseedores de una alegría que se contagia. «Una alegría que se fundamenta en estar a buenas con Dios, con uno mismo y con los demás, nuestros hermanos». Y por último, reivindicó que «Los laicos y religiosos debemos pensar juntos para buscar el bien del otro, que será, además, nuestro propio bien», concluyó.
Estas primeras reflexiones terminaron con las aportaciones de Chema Pérez Soba, de la familia marista. En su mensaje recalcó la importancia de la vocación. Una vocación que necesita de una formación profunda que todo laico debe tener. Añadía, además, el matiz de la fraternidad y corresponsabilidad entre religiosos y laicos: «Ello nos conlleva a la multiplicación de la vida, no sólo en cuanto a misión sino compartir también la fragilidad del hombre y poder tener la posibilidad de abrir el corazón a la otra persona».
¿Qué hacemos los laicos?
Con mucha creatividad pasamos al ¿qué hacemos? y fueron pasando por el escenario laicos de muchas congregaciones que hablaron de sus trabajos, de sus carismas y de su visión desde seis ámbitos. El de lo Social se ejemplificó en la atención a las mujeres víctimas de la explotación sexual y la trata de personas por parte de dos laicas de las Familia Adoratriz y de la Familia Claretiana. En el educativo, cultural y de medios de comunicación, hablaron los profesores Juan García Calleja, Jorge Botana y José Manuel Gómez, así como Ricardo Granados, subdirector de San Pablo. En el ámbito cultural participó José Alberto de Blas, del Movimiento Juvenil Dominicano, que explicó la iniciativa de diálogo fe-cultura dentro del contexto del Atrio de los Gentiles, que se está realizando en Madrid y que este año tendrá una nueva propuesta llamada "Vanguardias y Perferias".
Los compañeros del ámbito Pastoral escenificaron una performance cargada de simbolismo. El ámbito sanitario, un gran desconocido con una gran labor callada, nos acercó a ese trabajo de humanización en el cuidado de las personas que realizan tantos religiosos y laicos en sus centros. Familia, trabajo y ciudadanía estuvo representado por la familia redentorista a través de diversas iniciativas con matrimonios y en la sociedad. Y por último, en el ámbito de Liderazgo, el director adjunto de Entreculturas, Luis Arancibia, y el director de RR.HH. de la editorial SM, Javier Palop, nos lanzaron el reto de no dejar el encuentro sólo en la jornada y nos hablaron de la importancia de un liderazgo contemplativo.
Tras la comida, la tarde estuvo amenizada por un divertido y marchoso concierto de Migueli y por los talleres en grupos pequeños. En ellos se trabajaron de diferentes maneras temáticas como: la espiritualidad, la misión compartida, las redes sociales al servicio del Reino, el compromiso social, la Iglesia que soñamos o el reto de la evangelización.
El encuentro finalizó con una eucaristía, una verdadera acción de gracias de un encuentro cuyos participantes ya sueñan repetir. Que fue presidida por Monseñor Osoro y contó con un coro formado durante la jornada.
En palabras de algunos organizadores “Fue una gran oportunidad para compartir la riqueza de los carismas y los fundadores que tienen hoy plena vigencia e inspiran la vocación de tantos laicos, que viven la misión compartida” y además, “el encuentro no se queda en la jornada, sino que se intuye ya un futuro horizonte de trabajo y colaboración”.
Durante la Jornada hubo un importante eco en en Twitter que puedes ver bajo el hashtag #JuntosSomosMas o en Storify.
El Correo de Andalucía ha publicado un suplemento Especial Juntos Somos Más.