Monseñor Carlos Osoro en la Solemnidad de Nuestra Señora de Atocha
El pasado 2 de octubre se celebró la solemnidad de Ntra. Sra. de Atocha en su Real Basílica de Madrid. Este año presidió la Eucaristía el Arzobispo de Madrid que invitó a los fieles a buscar la felicidad que María encontró al decir sí a los planes de Dios.
Como es tradicional, el primer domingo de octubre se celebra la festividad de la Virgen de Atocha, la talla mariana más antigua de Madrid, con una Eucaristía presidida este año por el Arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro, quien estuvo acompañado de D. Juan Carlos Merino, Vicario de la Vicaría IV, D. Jesús Junquera, canónigo de la Catedral, fr. Miguel Ángel del Río, Socio del Maestro de la Orden para la Península Ibérica e Italia, y la comunidad de frailes dominicos de Nuestra Señora de Atocha. La Eucaristía ponía punto final a la Novena, organizada por la Real Archicofradía del Rosario de Nuestra Señora de Atocha, en la que predicaron los dominicos de la comunidad y el Vicario D. Juan Carlos.
Mons. Carlos Osoro en su homilía, al hilo de las lecturas de la solemnidad presentó tres dimensiones de María que hemos de incorporar a nuestra vida cristiana:
1ª María nos ofrece la sabiduría, el saber de la vida, es decir, su sentido, al ofrecernos a la misma Sabiduría, a Jesús. Él es nuestra referencia existencial. María nos dice: “haced lo que él os diga”, como dijo a los servidores del banquete antes de que convirtiera el agua en vino, para poder seguir celebrando la fiesta… la fiesta de vivir.
2ª María acompaña en la oración y reflexión a los discípulos y a los próximos a Jesús tras su ascensión para ver cómo pueden cumplir el mandato del Maestro, “id y predicad”. Les prepara para la llegada del Espíritu Santo y la proclamación del Evangelio. Así empieza la vida de la Iglesia, fundada para evangelizar.
3ª María es bienaventurada, feliz, sobre todo porque “ha escuchado la palabra de Dios y la puso en práctica”. Ha dicho “sí”, “hágase según tu voluntad” a la propuesta de Dios a través del ángel. Y entre dudas y dificultades ha cumplido su misión maternal. Esa felicidad de María es la que hemos de buscar.
Tras la celebración de la Eucaristía, tuvo lugar una procesión por las calles del barrio con la imagen de santo Domingo de Guzmán y la de Nuestra Señora de Atocha. La procesión, en la que también estuvo presente D. Carlos Osoro, fue organizada al detalle por la Archicofradía de Atocha, y en ella participaron numerosas cofradías de la ciudad, niños, jóvenes y adultos de la comunidad parroquial, las hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús, la Fraternidad Laical de Santo Domingo, las dominicas de Nazaret, la comunidad de frailes dominicos y cientos de fieles. Al final del recorrido se cantó la Salve y fr. Juan José de León Lastra, prior del Convento de Atocha, agradeció al Arzobispo su presencia, y dio las gracias también a todos los que habían hecho posible el buen desarrollo de la procesión.