Comienza su andadura la nueva comunidad de frailes dominicos del Real Convento de Predicadores de Valencia
Compuesta por cinco frailes sacerdotes y catorce frailes estudiantes
El pasado 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de María, comenzó su andadura la nueva comunidad de frailes dominicos del Real Convento de Predicadores de Valencia.
Dicha comunidad está compuesta por cinco frailes sacerdotes y catorce frailes estudiantes, los cuales proceden de Cuba, Guatemala, Guinea Ecuatorial, El Salvador, Honduras, Pakistán, la República Dominicana y España. La principal misión de la comunidad es la formación de los estudiantes y atender la Basílica San Vicente Ferrer, adscrita al convento. Los estudiantes realizarán sus estudios institucionales de Filosofía y Teología, en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer.
La presentación de la nueva comunidad estuvo a cargo del prior provincial de la Provincia de Hispania, fray Jesús Díaz Sariego OP, quien presidió la eucaristía de acción de gracias. A ella asistieron varios miembros de la fraternidad laical dominicana y de las demás comunidades de frailes dominicos de Valencia y Torrent. En la celebración también estuvo presente el equipo de arquitectos encargados de las obras de reforma de la casa de formación. Los arquitectos han colaborado en otras ocasiones con la Archidiócesis de Valencia en proyectos de índole religioso.
Durante la homilía, fray Jesús hizo hincapié en que todos los miembros de la comunidad, tanto formadores como estudiantes, están convocados a configurar y llevar a cabo el proyecto provincial para la formación en la ciudad de Valencia. Como ayuda para alcanzar esta meta, señaló tres sentimientos de María que, como valores evangélicos, pueden servir de guía para esta nueva etapa: la alegría, que deviene como consecuencia de un nacimiento, de una creación; el amor confiado que ayuda a descubrir la mano de Dios en la historia y que suscita la confianza en la comunidad; y la disponibilidad apasionada que, entendida como una verdadera disposición a querer aquello que se pide, hace posible el nacimiento de algo nuevo.
Al concluir la misa y con el propósito de encomendar a la gracia de Dios el reinicio de la misión formativa en el Real Convento de Predicadores, el Prior Provincial procedió a la bendición del edificio renovado. Aprovechó la ocasión para exhortar a los frailes a mantenerse unidos por la caridad fraterna y en actitud de servicio generoso. El rito de bendición continuó con la aspersión de agua bendita como signo de la disposición de la comunidad a recibir la gracia y la protección del Espíritu Santo para ser fieles testigos del evangelio. Después de la bendición, los participantes compartieron un sencillo ágape en el refectorio del convento.