Oración de Navidad de la Familia Dominicana de Madrid
En el día en que la Orden de Predicadores cumplió 800 años de su aprobación a manos del Papa Honorio III
Como cada 22 de diciembre la Familia Dominicana de Madrid se reunió para celebrar con una oración la llegada de la Navidad. Pero este año el día presentaba más emociones, ya que un 22 de diciembre, el de 1216 concretamente (hace justo 800 años), la Orden de Predicadores era aprobada por el Papa Honorio III, mediante la bula"Religiosam Vitam".
Miembros de la Familia Dominicana abarrotaron la iglesia de El Santo Cristo del Olivar, del barrio de Lavapiés, en el centro de Madrid. La oración estuvo presidida por el secretario de Familia Dominicana de España, fray José Luis Ruiz, quien felicitó a dominicos y dominicas por el 800 cumpleaños. Ocho siglos en los que Dios no ha dejado a la Orden sola en ningún momento, “algo maravilloso imposible de describir con palabras”. Quiso también destacar la gran riqueza de Familia Dominicana, excelentemente representada, para él, con el coro que se formó para la Eucaristía de clausura del Jubileo en España, que había tenido lugar a penas cuatro días antes. Un coro formado por hombres, mujeres, jóvenes, mayores, laicos, frailes, hermanas, monjas, feligreses… cada uno de ellos de un lugar, una condición, una rama de la Orden diferentes, pero todos formando una gran familia.
El que ama tiene paciencia, respeta, escucha, aguarda
“En Navidad la Palabra se hace como nosotros, una Palabra única que es amor, donación”. Fr. José Luis invitó a revisar si somos palabra que expresa amor. Por último compartió una reflexión sobre la paciencia, muy necesaria en nuestros días y que nace del amor. “El que ama tiene paciencia, respeta, escucha, aguarda…”. La oración terminó, como no podía ser de otra manera con el himno del año Jubilar de la Orden: Laudare, Benedicere, Praedicare.
Tras la oración se pasó a visitar los locales del Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine, junto a la parroquia. Un proyecto que nace con motivo del Jubileo 800 años y que pretende ser una forma de responder a las necesidades e injusticias actuales del mundo, desde el carisma de Familia Dominicana. La jornada concluyó con un tentempié en el que juntos, en comunidad, los asistentes celebraron la Navidad y el “cumpleaños”.