Fr. Marcos J. García y Fr. Rafael J. Jiménez ordenados diáconos de manos de Mons. José María Gil Tamayo

En el Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila

  El Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila acogió el domingo 15 de noviembre por la mañana, coincidiendo con la festividad de San Alberto Magno, la ordenación diaconal de los dominicos Fr. Marcos Julio García Sánchez y de Fr. Rafael Jesús Jiménez Morillo.

  La imposición de manos y la plegaria de ordenación fueron llevadas a cabo por monseñor José María Gil Tamayo, obispo de Ávila. En la ceremonia acompañaron al obispo fray César Valero, O.P., vicario de los frailes dominicos de la Provincia Nuestra Señora del Rosario en España; fray Carlos Linera, O.P., prior de la comunidad en el Real Monasterio de Santo Tomás de Aquino en Ávila; fray Emiliano Pérez, O.P., subprior de la comunidad, y fray Jerónimo Fuertes, O.P., párroco del Monasterio entre otros.

  También asistieron a la ordenación los miembros de la comunidad de frailes del Real Monasterio de Santo Tomás de Aquino y de la enfermería, sacerdotes de otras comunidades religiosas y diocesanos, laicos dominicos, monjas, miembros de la comunidad parroquial, amigos y familiares de Fr. Marcos y Fr. Rafael. La ceremonia se siguió online, especialmente desde otras comunidades de dominicos y dominicas, y sobre todo, desde Venezuela, ya que la familia más directa de Fr. Marcos no pudo estar presente.

Humildad en el servicio 

  En la homilía, el Obispo comenzó poniendo a Fr. Marcos y Fr. Rafael bajo la protección todos los santos y santas de la Familia Dominicana, en especial de San Alberto Magno, “el gran maestro, el gran doctor, el gran servidor del evangelio, el gran hombre de saberes, de Ciencia, de Teología, de Filosofía…”. Después D. José María explicó que en la oración colecta se pidió por los ordenandos: “hemos pedido diligencia en acción, hemos pedido humildad en el servicio para vosotros”.

  Gil Tamayo quiso destacar el ejemplo de las familias de los dos frailes dominicos y tuvo un recuerdo especial para Venezuela, la tierra de Fr. Marcos: “en este día en que la Iglesia dirige su mirada a los pobres, especialmente en esta jornada (Jornada Mundial de los Pobres), por tanta pobreza en un país rico, por tanto sufrimiento acumulado”.

   Monseñor señaló que se trataba de un día feliz: “Ser diácono, recibir el sacramento del orden en una Orden histórica, cuajada de santos en todas sus modalidades; desde los mártires a los doctores, a las vírgenes, a los confesores de la fe, pastores del pueblo de Dios… Pues es unidos a una tradición de servicio en la Iglesia, a una tradición del aporte de un carisma querido por Dios, puesto con el marchamo del testimonio de todo este camino de santidad y de sabiduría es un motivo de alegría y de gozo”.

Un itinerario especial

  D. José María prosiguió argumentando que los dos frailes han sido llamados a la vida consagrada con un itinerario especial, “cada uno en una geografía distinta, con una riqueza de carismas, de talentos, de dones que el Señor os ha dado y que hoy, tomando pie del Evangelio, no habéis enterrado, sino que los habéis hecho producir. La Iglesia tiene necesidad de hombres que se dediquen al cultivo de las ciencias sagradas y de la transmisión eficaz del misterio de Dios, que está en lo más profundo y engrandece el misterio del hombre y su dignidad”.

  Para concluir la ceremonia, el prior del convento, Fr. Carlos Linera, agradeció al Obispo su trato y cariño. También dio las gracias a la comunidad parroquial y en especial a los padres de los recién ordenados diáconos: “Gracias por vuestra generosidad, gracias por compartir el regalo de los hijos que Dios os dio con toda la iglesia de Dios”.

Fr. Marcos Julio García Sánchez

  Venezolano de 42 años. Nacido en Mucuchíes (Mérida). Tiene vocación desde que era un niño. Exalumno de las dominicas venezolanas de Santa Rosa de Lima, grandes responsables de su vocación. Cuando las veía decía que quería ser como ellas. La alegría de las hermanas y la fraternidad con la que vivían en comunidad siempre le llamó la atención. Las hermanas le regalaron un libro de San Martín de Porres, quien se convirtió en su modelo a

  A los 17 años, tras acabar del bachillerato, se fue al convento. En 1995 entró de postulante con los frailes dominicos. En 1997 profesó y fue a Caracas. Estudió Comunicación Social y se hizo locutor comercial. Terminó la Teología en Bogotá, hizo el bachillerato en Sagrada Teología y la licenciatura en Teología. Estuvo ejerciendo de comunicador social en la Universidad Santo Tomás en Medellín. Trabajó un año en un prestigioso canal de televisión latinoamericano.

  Tiene una gran presencia en redes sociales. Destaca su canal de Instagram @miamigielfray donde tiene más de 6 000 seguidores y donde promueve el proyecto “Hay Esperanza”, una predicación diaria de 1 minuto. También está en el equipo de Promoción Vocacional del Vicariato del Rosario.

Fr. Rafael Jesús Jiménez Morillo

  Sevillano de 30 años. Nacido en El Viso del Alcor, en el seno de una familia cristiana con fuertes lazos con la Orden de Predicadores. Un tío abuelo era fraile dominico de la Provincia Bética y misionero en Venezuela. Tiene gran pasión por Santo Tomás de Aquino, que fue concretándose en un propósito de vida: el estudio y la predicación.

  Hizo el noviciado en Hong Kong y completó su formación académica en distintos países: Inglaterra e Italia. Se licenció en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Sevilla. Ahora sigue sus estudios en el ámbito el Derecho Canónico en la Universidad de Salamanca.

  Colabora con el equipo de Promoción Vocacional del Vicariato del Rosario.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL OBISPADO DE ÁVILA